La crónica del Lenovo Tenerife-Casademont Zaragoza: una remontada espectacular (64-70)

Espectacular. En un nuevo capítulo de un equipo absolutamente impredecible, el Casademont Zaragoza protagonizó otra gran remontada y ganó en la pista del Lenovo Tenerife (64-70) un partido que llegó a perder por veinte puntos en la primera parte y al que dio la vuelta en un segundo tiempo magnífico sustentado por sus dos pívots, primero Watt y al final Kravic, y rematado por el acierto exterior de Yusta, McFadden y Bell-Haynes. Así se llevó el conjunto aragonés la cuarta victoria consecutiva en la Liga Endesa, así confirmó su tendencia ascendente, así ha dejado atrás algunos temores y puede levantar la cabeza para empezar a mirar hacia arriba.

El Casademont tuvo que sufrir hasta el final pero supo hacerlo corrigiéndose, reconstruyendo y encontrando las situaciones adecuadas en el momento preciso, aunque por momentos pareciera todo perdido. La primera novedad fue Sulejmanovic, que no solo regresó a la convocatoria sino que lo hizo como titular. Pero el Casademont Zaragoza chocó muy pronto con el muro del Lenovo Tenerife. No encontró la manera de superar a Shermadini por dentro ni tuvo el acierto por fuera mientras los locales lograban equilibrar a la perfección su producción por dentro y por fuera para empezar con un 10-0 en los primeros tres minutos. Dos triples parecieron dar aire al Casademont pero fue un espejismo, porque el conjunto aragonés se estrelló una y otra vez contra el Tenerife, incapaz de encontrar ninguna vía solvente por la que llegar al aro rival.

Fisac probó con otro juego interior pero nada dio resultado a un Casademont que a los siete minutos ya perdía por 20-6, que cerró el primer parcial con un pobre 23-11 y solo cuatro canastas y que tocó suelo con el 31-11 con el que el técnico tuvo que parar de nuevo el partido a los trece minutos de juego. Probó Fisac incluso con Álex Moreno, porque Bell-Haynes no comenzó bien, Langarita no estuvo acertado y el equipo no encontraba la manera de parar al eterno Huertas. El conjunto aragonés estaba absolutamente KO, grogui, incapaz de levantarse de la lona, hasta que una defensa en zona empezó a dificultar el juego local y apareció Mitchell Watt. 

El pívot se llevó un duro tapón que resultó ser el resorte que necesitaba para irrumpir en la zona tinerfeña. A la siguiente acción realizó un espectacular mate y, a partir de ahí, sumó diez puntos en siete minutos para evitar que el Tenerife rompiera el partido y meter de nuevo a su equipo en el mismo. Los puntos del estadounidense fueron un bálsamo para el Casademont, que se fue al descanso todavía muy lejos del Tenerife (41-27) pero ya con otro color.

La tendencia continuó tras el descanso y, pese a que de inicio el Tenerife amplió distancias (45-27), el Casademont fue acercándose poco a poco, rebañando la distancia punto a punto gracias a un descomunal Watt mientras en el otro lado lograba que el acierto del Tenerife fuera descendiendo paulatinamente. Cuando parecía que no era suficiente, un arreón en los minutos finales del parcial dejaron al Casademont más cerca que nunca (49-46) para afrontar el cuarto decisivo.

La dinámica se acentuó en ese último parcial, en el que el Casademont culminó su espectacular remontada a base de Kravic por dentro y de los triples de Yusta, Bell-Haynes y McFadden para conseguir su primera ventaja en el partido que todavía pudo aumentar hasta los nueve puntos (55-64) a 4.30 para e l final frente a un Tenerife que no encontraba la manera de anotar. Aunque el Casademont aún sufrió por no cerrar lo a tiempo, una antideportiva a Jaime Fernández terminó de aclarar el camino para que el equipo de Porfirio Fisac sumara su cuarta victoria consecutiva y empiece ya a ver más cerca a los de arriba que a los de abajo.