LESIONES

Agrede y amenaza de muerte a un inspector del tranvía de Zaragoza

La Policía Local detuvo al sospechoso, que iba acompañado por otro joven / Todo ocurrió cuando el arrestado fue pillado con una tarjeta fraudulenta

El tranvía a su paso por la parada de plaza Aragón.

El tranvía a su paso por la parada de plaza Aragón. / ANGEL DE CASTRO

Un revisor del tranvía de Zaragoza fue agredido y amenazado de muerte anteayer, después de sorprender a un usuario tratando primero de hacer un simpa y luego usando una tarjeta fraudulenta. Acabó siendo detenido, mientras que su compañero sí consiguió salir huyendo.

El ataque tuvo lugar sobre las 17.30 horas a la altura de la céntrica plaza Aragón. Un trabajador de la empresa Los Tranvías estaba revisando los billetes cuando se percató que dos jóvenes validaban su tarjeta al verle que se acercaba hacia ellos. Llevaban bastante tiempo en el interior sin haber pagado el viaje. El inspector se dirigió a uno de ellos, pidiéndole la tarjeta empleada. Nada más pasarla por la especie de datáfono que llevan estos empleados, comprobó que era fraudulenta por lo que le pidió que se bajara del convoy con el fin de indentificarle y realizar la posterior sanción administrativa.

En ese momento, según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, el sospechoso, identificado como O. A., de 20 años y de origen marroquí, se negó a facilitarle la documentación y ante la insistencia del revisor trató de huir de manera violenta, siendo agarrado para evitar que se fugara. Como eran dos contra uno, el amigo sí pudo salir corriendo y perderse por la zona de la calle Canfranc. Durante el forcejeo, O. A. comenzó a insultar al empleado y a amenazarle con que le iba a matar.

Herida sangrante por el forcejeo

Pese a ello, el inspector se mantuvo firme y llamó por la emisora a la Policía Local que rápidamente se desplazó hasta allí, pudiendo detener al veinteañero. En un momento dado consiguió zafarse de él, mientras le advirtió: «Cuando te vea por ahí te voy a matar». Minutos después llegó una patrulla policial, a quien el empleado le dio las características físicas del sospechoso, siendo interceptado en la calle Ponzano.

En paralelo, los agentes pudieron comprobar que el inspector del tranvía presentaba una herida sangrante como consecuencia del forcejeo que había mantenido anterior. Ante ello, los policías le informaron que podía interponer la pertinente denuncia por un delito de lesiones y que tenía que ir a un hospital para ser asistido y para que le realizaran el parte necesario para interponerla. La herida no revestía de gravedad. 

O. A. fue puesto a disposición del Cuerpo Nacional de Policía que será el encargado de las pesquisas y de ponerlo a disposición del juzgado de guardia. Previsiblemente quedará en libertad.