LA MERMA DE SERVICIOS EN LOS PUEBLOS

Inseguridad en los pueblos: «Los vecinos nos dicen que a la Guardia Civil no se le ve por aquí»

Los regidores indican que se trata de un mal endémico contra el que luchan hace años

La mayoría de los alcaldes coincide en la falta de efectivos y el amplio territorio a cubrir

La Asociación de Vecinos de Épila convocó ayer una reunión ante la oleada de robos que asola la localidad.

La Asociación de Vecinos de Épila convocó ayer una reunión ante la oleada de robos que asola la localidad. / EL PERIÓDICO

Los pueblos del medio rural aragonés acusan la falta de guardias civiles de norte a sur y de este a oeste. Desde Vera de Moncayo hasta Albalate del Arzobispo pasando por Banastás y Huerto, los alcaldes y representantes municipales repasan ante EL PERIÓDICO DE ARAGÓN una situación con la que sus vecinos conviven a diario. Coinciden todos ellos en que llueve sobre mojado –«no es nada nuevo», reiteran–, aunque en algunas localidades se puede tildar de excepcional el fenómeno delictivo al que hacen frente a lo largo de las últimas semanas. «En Épila siempre hay robos, pero este mes de diciembre, a nivel local, nos han pegado un sablazo», se arranca José Alfredo Polo, presidente de la Asociación de Vecinos de la citada localidad.

Desde la entidad convocaron ayer una reunión informativa con los vecinos para analizar la situación que sufre el municipio zaragozano al contabilizar una treintena de robos desde diciembre. A nivel de asociación ya han mantenido una reunión con la Delegación del Gobierno y, aunque finalizaron «satisfechos» por la «predisposición a arreglarlo», necesitan «soluciones» de forma inmediata. «Exigimos que se abra el horario de la oficina de la Guardia Civil. ¿Cómo vamos a denunciar si tenemos el cuartel cerrado», dice Polo. «La situación de Épila es para cogerla con pinzas. Hay gente que ya atranca las puertas con sillas por dentro. El miedo en la vecindad es latente, en el pueblo ese ambiente está bastante extendido», añade el presidente.

Y es que, como bien explica Polo, las localidades de la Comarca de Valdejalón y el Campo de Cariñena hacen frente a los cacos por temporadas. Algo más tranquilos andan ahora por Alfamén, donde en los últimos tiempos no han tenido «conocimiento» de robos desde que a principios de 2023 robaran vehículos de las naves agrícolas para luego quemarlos. Así lo explica el alcalde del municipio, Juan José Redondo, quien de todos modos prefiere no cantar victoria porque estos ilícitos se repiten «periódicamente». «Me gustaría que hubiera más medios humanos, pero esto no se consigue de la noche a la mañana. Hay mucho territorio, es un término municipal muy grande y conectado con muchas localidades por caminos», señala Redondo.

«Hay gente que ya atranca las puertas con sillas por dentro, el miedo entre la vecindad es latente»

José Alfredo Polo

— ASOCIACIÓN DE VECINOS DE ÉPILA

Se trata de un análisis con el que coinciden otros alcaldes de la misma provincia de Zaragoza, pero también de Huesca y de Teruel. «Hay cuestiones en las que no se debería ahorrar como la seguridad. Y, en el tema de la Guardia Civil, la comarca (Gúdar-Javalambre) es muy grande y los pueblos están muy dispersos», subraya el alcalde de Olba, Federico Martín.

«Es un problema que se sufre desde hace tiempo porque hay pocos efectivos y mucha extensión para las patrullas. Los vecinos dicen que a la Guardia Civil prácticamente no se le ve por aquí», completa el alcalde de Huerto, José Ignacio Asín. «El problema grave es que no hay guardias civiles. Al final pasa lo que pasa y donde es más fácil prescindir de este servicio es en Los Monegros, que somos 18.000 habitantes», denuncia el alcalde de Grañén, Carlos Sampériz, a lo que añade: «Estamos todos igual de mal en el medio rural. La gente observa que hay un abandono y ves desafección hacia la Administración».

«Hay cuestiones en las que no se debería ahorrar como en el tema de la seguridad»

Federico Martín

— Alcalde de Olba

Es el sentir que también comparte el regidor de Vera de Moncayo, Ángel Bonel, si bien este va un paso más allá y recalca la importancia de que el Ministerio del Interior busque fórmulas alternativas para «incentivar» que los jóvenes desarrollen sus carreras en las zonas rurales. «Si no tienen incentivos, estas zonas son menos atractivas. Lo importante es que permanezcan en el tiempo», incide Bonel.

Donde han apostado por modernizar sus instalaciones es en Albalate del Arzobispo. Allí, explica su alcaldesa, Celia Trullén, han comenzado a reformar uno de los pabellones de la Casa Cuartel para dar «todas las comodidades» a quienes se les asigne plaza en el puesto de la Guardia Civil del municipio. «Quizá son destinos menos atractivos al ser poblaciones pequeñas, por eso vamos a hcerlo todo lo cómodo y acogedor que se puede», afirma Trullén, al tiempo que pormenoriza los trabajos de albañilería, instalación de calefacción y ventilación, amueblamiento y equipamiento de cocina que se están llevando a cabo allí.

«Salimos en los telediarios por estos sucesos y todo refuerzo es poco en estos municipios»

Celia Trullén

— Alcaldesa de Albalate

Unos trabajos de reforma que no están reñidos con viejas revindicaciones como una mayor dotación de personal en el puesto de Albalate del Arzobispo, que actualmente cuenta con cuatro agentes, dos de ellos en prácticas. «Necesitamos más operativos. Todo refuerzo es poco, sobre todo, en estos municipios. Los agentes se tienen que dividir y tienen que abarcar muchos muncipios. Luego salimos en los telediarios, desgracidamente, por estos sucesos», concluye Trullén.