Conmemoración anual en todo el mundo

Los museos aragoneses comparten su mundo con el público

Los centros han celebrado su día con actividades gratuitas para todos

El colecto Noray ha protagonizado el día con sus 'Cuerpos de danza' en el Museo de Zaragoza.

El colecto Noray ha protagonizado el día con sus 'Cuerpos de danza' en el Museo de Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

No ha sido una jornada multitudinaria ni probablemente esa tampoco fuera la intención de la celebración. Cuando llega el Día de los Museos, los centros de todo el mundo abren sus puertas de par y se reivindican como lugares para todo el mundo y en los que puede pasar cualquier cosa. Y los museos aragoneses no se quedan atrás. De hecho, la danza ha sido una de las protagonistas de este jueves en el Museo de Zaragoza con el cuerpo de danza del colectivo Noray que realizaron dos pases, a las 18.00 y a las 19.00, mostrando que el arte no está reñido ni mucho menos con la escena.

En el IAACC Pablo Serrano casi al mismo tiempo arrancaba la visita guiada de la exposición de Rafael Canogar que ha acogido un buen número de visitantes en un centro que también ha estrenado exposición, la de Ángeles Pérez.

Los museos de la Ruta Caesaraugusta, por su parte, de un tiempo a esta parte se han convertido en unos de los más activos siempre con propuestas diferentes. Hoy, a través de sus redes sociales se ha hermanado con el proyecto de las termas romanas de Gijón dándole un nuevo empuje al conocimiento de la época romana entre el gran público. Tampoco el Museo Goya se ha perdido el día con entrada libre para los visitantes y, de hecho, la programación prosigue a lo largo de toda la semana.

Eduardo Barba ha explicado el nuevo itinerario botánico por las colecciones del Museo de Huesca.

Eduardo Barba ha explicado el nuevo itinerario botánico por las colecciones del Museo de Huesca. / GOBIERNO DE ARAGÓN

Itinerario botánico en el Museo de Huesca

El Museo de Huesca ha dado el pistoletazo de salida a las actividades del Día de los Museos. En él, el paisajista Eduardo Barba ha ofrecido un itinerario botánico por las colecciones del centro.

En concreto, el recorrido ha contemplado un total de 27 obras, tanto de Arqueología como de Bellas Artes. El itinerario ha comenzado en la capilla del Museo de Huesca, donde se encuentran varias piezas reseñables de la ruta botánica. Entre ellas, se encuentra el tapiz procedente de Roda de Isábena, las cuatro tablas del retablo del Monasterio de Sijena conservadas en el Museo de Huesca –obra de Rodrigo de Sajonia, antes conocido como Maestro de Sijena– y el gran retablo de la Inmaculada que preside la capilla.

Barba ha aprovechado también para entrar en la sacristía, donde se encuentra el 'Tríptico de la Rosa': tríptico flamenco de gran belleza, obra de un artista seguidor de Robert Campin y que perteneció a la colección personal de Valentín Carderera, quien la donó al Museo de Huesca. Posteriormente, el experto ha continuado por las salas de Bellas Artes y Arqueología, hasta finalizar en la figura de Ramón Acín y su Feria.

En todas estas piezas, la profusión vegetal es bastante importante, llena de frutos y flores que Eduardo Barba explicó exhaustivamente para que el público pueda fijarse en la belleza oculta de estas obras. Posteriormente, se editará una publicación que podrá adquirirse en el propio museo, así como consultarse a través de la página web.

El Museo de Teruel ha inaugurado este jueves una gran exposición.

El Museo de Teruel ha inaugurado este jueves una gran exposición. / DPT

Museo de Teruel y La Caridad

Por su parte, el Museo de Teruel ha inaugurado su gran exposición 'Non Modo Bellum, vida cotidiana en la ciudad antigua de La Caridad (Caminreal)'. La exposición, que estará abierta al público hasta el 22 de octubre, está compuesta por 601 piezas arqueológicas y dos conjuntos de piedras y tabas, que se han extraído del yacimiento de La Caridad, a lo largo de los casi 40 años que lleva el museo investigando este enclave.

Estos objetos, que están restaurados y contextualizados, ofrecen al visitante una visión general de las características de la vida de los antiguos pobladores del valle del Jiloca, entre los siglos II y I a.C.

La primera parte de esta muestra expone la historia y cronología de la ciudad antigua. A través de un vídeo, se presenta el yacimiento arqueológico y se realiza un recorrido aéreo por los restos actualmente conservados, incorporando recreaciones de algunas de las viviendas y el proceso de destrucción.

Asimismo, la exposición también explica y analiza los distintos recursos naturales de los que se pudo valer la ciudad para organizarse y subsistir. El armamento tanto romano como celtibérico o indígena es otra de las secciones incluidas en la exhibición, junto con un apartado dedicado a los aspectos constructivos de la ciudad, como el urbanismo o las viviendas domésticas.