Reseña literaria

Crítica de Miguel Ángel Ordovás de 'Solo cuerpo': Distintas formas de conjugar el cuerpo y el pensamiento

Los poemas de 'Solo cuerpo' presentan un haz y un envés en los que hay una reflexión rigurosa y profunda

Rafael Yuste con su último libro, 'Solo cuerpo'.

Rafael Yuste con su último libro, 'Solo cuerpo'. / El Periódico

Miguel Ángel Ordovás

Quizá porque su trabajo es el de editor, como poeta Rafael Yuste no ha tenido nunca prisa por publicar, a pesar de que es un oficio que practica desde hace años. De hecho, este libro que ahora acaba de lanzar con Los Libros del Gato Negro, 'Solo cuerpo', está compuesto de cuatro partes que funcionan como cuatro poemarios concebidos y desarrollados a lo largo del tiempo. Y aunque cada uno tiene su propia personalidad, no quiere decir esto que sean diferentes unidades que ahora ven la luz de manera artificialmente conjunta; cada parte tiene su propia personalidad, pero también es posible atisbar un fondo común que anima estos poemas, como si mostraran distintas formas de encaminarse hacia una meta común.

Rafael Yuste utiliza en algunos momentos un verso corto y preciso, en otros se deja acariciar por ritmos más envolventes e incluso ensaya la prosa, que llega a adoptar la forma de anotación diarística. Pero en todos los casos muestra un lenguaje altamente depurado, con una preocupación expresiva trascendente, “una comunicación hecha de gestos y códigos silenciosos”.

Así, los poemas de 'Solo cuerpo' presentan un haz y un envés en los que hay una reflexión rigurosa y profunda junto con la exaltación de lo sensorial, muy a menudo vehiculada a través del contacto con la naturaleza: “Cuando acaricio el tronco de los árboles / atiendo con la mano / al hecho increíble de su latido”. Aunque el autor da alguna pista sobre qué es lo que prevalece no tanto en su poesía, sino en su manera de entenderla, cuando confiesa con eco de Rimbaud que “ser salvaje sí, mereció la pena”.

En esta conjunción del pensamiento con el cuerpo Rafael Yuste convoca otros nombres que son también cómplices del autor en este camino, como los escritores que aparecen en el poema donde enumera los “ríos del paraíso”, o los artistas y pensadores que deja anotados con rigor de catálogo en varias de sus prosas, como la que cierra este libro dejando “una adenda metafísica” junto a las sombras que el cuerpo produce.

'SOLO CUERPO'

Rafael Yuste Oliete

Los Libros del Gato Negro

69 páginas

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