Entre montañas, en pleno corazón del Serrablo, llegó hace tres años el milagro. Isín, un pueblo abandonado hace mucho tiempo, recobró su vida gracias a ADISLAF (Asociación de Disminuidos Psíquicos Las Fuentes) y la Fundación Benito Ardid. "Siempre quisimos que las personas con discapacidad intelectual rompieran barreras. Queríamos llevarlos a sitios complicados para ellos como las estaciones de esquí, los albergues y refugios", explica Paco López, gran promotor de Isín.

En el 2000 Adislaf presentó el proyecto de la recuperación de Isín al Gobierno de Aragón. "Nos dieron una cesión administrativa por 30 años. Recuperamos el pueblo según la arquitectura tradicional y construyendo un centro vacacional". La filosofía era muy novedosa en España. "Apostamos por recuperar un pueblo adaptando todos los edificios e instalaciones a las personas con discapacidad".

Desde su rehabilitación hace tres años, Isín ha organizado numerosas actividades relacionadas con la montaña, desde las especialidades invernales hasta que se practican en el verano. La Semana Blanca tiene gran aceptación. "Los chavales hacen esquí de fondo, alpino, raquetas y excursiones invernales...". En la primavera llega la Semana Verde. Se practica el senderismo, vías ferratas y escalada. "Invitamos a gente normal a nuestras excursiones y es un honor que vengan con nosotros. Fernando Berges, Emilio Boné, Miguel Casado, Luis Sorolla o Sergio Perea son chavales con discapacidad y les ayudamos a conseguir sus objetivos", apunta López.

Cada dos años se hace una expedición de envergadura. "En el 2004 nos fuimos al Kilimanjaro, en el 2008 al Toubkal y hace poco regresamos de la Vuelta al Mont Blanc. Fueron un médico, un cámara, cuatro responsables y cuatro discapacitados. La colaboración técnica la aportó Aragón Aventura". También han hecho tresmiles en el Pirineo como el Taillón o el Monte Perdido. "Son actividades con un riesgo muy controlado. Nuestro objetivo es que los chavales lleguen a conseguir su sueño de hacer montaña", explica Paco López.

Las personas con discapacidad intelectual pueden desarrollar una vida normal. ¿Cuál es su problema para realizar la actividad en la montaña?. López explica que es "el pilotaje. A igual coche, gana el mejor piloto. Muchos de ellos no son capaces de sufrir como nosotros y estar ocho horas andando", dice López.

Isín funciona como una máquina perfectamente engrasada gracias a su magnífico equipo. Paco López es el director del proyecto y Fuensanta Sánchez, jefe de personal y segunda de a bordo. Ambos llevan el departamento de gestión. En el centro vacacional trabajan Dani, José Luis y Pablo; en cocina hay dos personas, Marisol y Rosa; en limpieza Rosario y Verónica y en mantenimiento José y Jesús. "Tenemos una clara vocación de equipo. Para mí todos los departamentos son importantes. El uno sin el otro no tienen sentido", explica López. Es básico el trabajo de los monitores. "Son profesionales titulados. Trabajamos con gente de la estación de esquí de Candanchú y de Aragón Aventura", explica.

Acento social

Otro campo en el que trabaja la fundación en Isín es el apartado social. "Estamos poniendo a punto una residencia permanente para discapacitados. Estarán concertadas con el Gobierno de Aragón". En el verano llega la plena ocupación a las 120 plazas del centro vacacional. Isín tiene un albergue con 60 plazas y doce apartamentos de dos a cuatro plazas. También tiene una bonita iglesia restaurada. "Es un salón de actos y allí se ha hecho teatro, música clásica... Tiene un valor sentimental muy importante puesto que es un nexo de unión con los antiguos habitantes. Cuando hay una fiesta, invitamos a los antiguos habitantes del pueblo", afirma López.