Raúl Parada, la navaja suiza del Brea

Jugador del club durante 10 años, afronta su primera campaña como entrenador breano tras ser también el segundo de Dani Martínez y el director deportivo

Raúl Parada, con el presidente del Brea, Carlos Arantegui, en el acto de su nombramiento como entrenador.

Raúl Parada, con el presidente del Brea, Carlos Arantegui, en el acto de su nombramiento como entrenador. / CD BREA

David García Arlegui

David García Arlegui

La multifuncionalidad es una de las cualidades clave dentro del mundo del fútbol, bien sea en el césped o fuera de él. La lista de personalidades que han ejercido como jugadores y entrenadores es extensa: Guardiola, Ancelotti, Zidane o Xavi Hernández son solamente unos pocos nombres de un fenómeno cada vez más repetido en el deporte rey.

En un club como el CD Brea, aferrado al “somos pocos, pero locos”, la polivalencia cobra todavía más importancia dados los escasos recursos con los que cuenta el equipo del pueblo más pequeño de toda la Segunda Federación. Escasos en lo económico, porque en lo social el conjunto breano acabó con más de 500 socios la pasada campaña, un tercio de la población total de la localidad.

Raúl Parada fue anunciado el pasado martes como nuevo entrenador del CD Brea. Su historia con el club es particular: vistió la zamarra celeste durante diez temporadas, colgando las botas tras la histórica campaña 20-21 en la que el Brea consiguió el ascenso a Segunda RFEF, en la que ahora dirigirá al equipo en su tercer curso consecutivo en la misma. «Fue un broche final fantástico terminar dejando al equipo lo más alto que ha estado en su historia. Guardo grandísimos recuerdos», dice el ahora técnico del conjunto breano. «Me surge ahora esta oportunidad, y es cierto que me hacía muchísima ilusión», agrega.

«Están siendo días intensos. Nuestra hoja de ruta inicial al acabar la temporada pasaba por una continuidad de Dani Martínez, pero tras conocer su decisión de no continuar en el proyecto, la directiva me traslada esa confianza y me eligen como el encargado de llevar el equipo», explica un Parada «muy contento por ese apoyo y deseando realizar un trabajo excelente para defender el club», manifiesta.

Raúl Parada, café en mano, sobre el césped del Piedrabuena.

Raúl Parada, café en mano, sobre el césped del Piedrabuena. / Lucía Martínez-CD Brea

Tras su retirada deportiva, Raúl Parada continuó ligado al club hasta el día de hoy, primero como mano derecha de Dani Martínez en los banquillos y, el último curso, como director deportivo. «En mi etapa de jugador, ya tenía esa visión de querer probar fortuna como entrenador. Con todos los entrenadores que tienes, vas cogiendo conceptos e ideas que te gustan y las moldeas, creando tu forma de ver el fútbol», asegura. «De Dani aprendí una masterclass en el día a día, la planificación y el trato con los jugadores», relata.

A sus 35 años, Parada afronta una nueva campaña en la que ejercerá como técnico y máximo responsable del área deportiva del club simultáneamente. «Es cierto que debe haber una buena sintonía entre el entrenador y el director deportivo. Al pasar nuestra hoja de ruta por una continuidad de Dani y dada la fecha en la que nos encontramos, yo ya he ido realizando durante todo el año un trabajo con la plantilla actual y las posibles incorporaciones», explica. «Encontrar ahora un director deportivo puede ser complicado, por lo que hemos decidido que la mejor decisión era continuar así este año», indica Parada, que dirigirá a algunos excompañeros suyos en el Brea como Raúl Sola o Jorge Pérez cuando hacía de defensa central para el equipo breano.

Como entrenador y figura integrada dentro del club, es consciente de los objetivos del Brea para la temporada 23-24 y del principal activo del equipo: la masa social que les arropa cada fin de semana. «El objetivo está claro. Siempre queremos seguir creciendo y dando pasos respecto al año anterior, y eso pasa por mantener la categoría y tratar de ir mejorando ciertos aspectos dentro del club», expone Parada. «Sabemos que la dificultad y la exigencia que nos tenemos que autoimponer nosotros es máxima y queremos que nuestra afición esté orgullosa del equipo que ve cada domingo», dice.

«El mayor motor del club es la masa social que domingo a domingo se vuelca con su equipo, acudiendo al Piedrabuena o en los desplazamientos, y siempre animando sin parar durante los 90 minutos. Es lo que nos hace diferentes y los jugadores lo deben ver como algo muy positivo: muy pocos equipos en la categoría de toda España son capaces de tener tantos socios tan involucrados con su club con la poca capacidad de habitantes que tiene Brea», afirma Raúl Parada, cuyo nombre es sinónimo de multifuncionalidad dentro del CD Brea.