La 10k del Pilar: Fiestas a la carrera

Los días más especiales del año para Zaragoza están a punto de llegar y el mundo del deporte, tan ligado desde siempre a la capital aragonesa, dio la bienvenida a las fiestas con la celebración de la XXV edición de la 10K del Pilar. Un año más, muchos zaragozanos, pequeños y mayores, comenzaron el esperado mes de octubre de la manera más sana y divertida posible: participando en la tradicional carrera popular.

La jornada, organizada por el Club Atlético Olimpo, transcurrió en medio de un ambiente ya festivo y en el que el espectacular tiempo, soleado y sin rastro de viento, acompañó a los más de 200 corredores (211 en total, 137 atletas populares y 74 escolares) que se dieron cita en el Parque Grande José Antonio Labordeta para disfrutar de la prueba. Sin ser ni mucho menos la carrera con más participación que se celebra en Zaragoza a lo largo del año (las plazas son limitadas) sí que, por su significado y la fecha de su disputa, es una de las que más interés suscita y que más años lleva organizándose. Toda la actividad se desarrolló a la perfección, con absoluta puntualidad y sin ningún incidente.

Las pruebas dieron comienzo a las 09:30 horas con la disputa de la carrera popular que se disputó sobre los 10 kilómetros. En la categoría masculina se impuso Javier Castells con un tiempo de 32.58, mejorando en 8 segundos la marca del año anterior. La segunda posición fue para Alberto Sábado (33.31) y completó el podio Lizer Lorente (34. 04).

En la categoría femenina, la olímpica Mª José Pueyo salió a realizar un test de a ritmo de cuatro minutos el kilómetro y lo clavó (39.59). La segunda plaza se la llevó Cristina Puértolas (41.49) y la tercera fue para Lía Vaquerizo (4524.). A partir de las 11 de la mañana se pusieron en marcha las categorías escolares sobre casi un kilómetro. Los ganadores de las distintas categorías fueron Irene Herrero y Eric Vicente en sub-14, Iasmina Melinte y Marc García en sub-12, e Inés Domingo y Martín Larena en sub-10. Para rematar la jornada, llegó el momento de los más pequeños. Decenas de niños y niñas corrieron varias series de 100 metros ante el entusiasmo de sus familiares y en las que la competición quedó a un lado (no fueron cronometradas) y el objetivo era llegar a la meta con una sonrisa.