"Permanezcan atentos a la pantalla" era el lacónico mensaje de la mejor televisión de España de los años 60 del siglo pasado cuando prefería fomentar la esperanza de la reanudación de las emisiones para no dar las explicaciones de su mediocre red de transmisión. La jornada de ayer en las bolsas europeas calcaban este mensaje, fuera en la capital que fuera. Hay que permanecer atento a la pantalla del ordenador a partir de las 14.30 horas, aunque los incondicionales pueden empezar a prestar atención a partir de las 13.45. Hasta entonces, a especular sobre el sermón que cada primer jueves de mes pronuncia el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Super Mario para los devotos de la capilla capitalista que atribuyen loor (que no olor) de santidad a quien rige el precio de la divisa europea.

Las peticiones recogidas ayer en los corros fueron casi unánimes: que retoque a la baja los tipos de interés. ¿Más? Pues aunque parezca un contrasentido, se llegan a pedir tipos negativos para los depósitos de los bancos en el BCE. Objetivo: que presten de una vez en lugar de remansar los préstamos... del propio BCE. Las apuestas de los analistas eran de 8 a 2 a que Draghi no iba a mover esa ficha, pese a las advertencias de que la posibilidad de deflación (ya saben: contra la inflación hay remedios, contra la deflación no se sabe) en Europa. Pero Super Mario siempre habla mirando de reojo a Alemania, que sigue anclada en que no hacen falta este tipo de medidas.

El Ibex 35 cerró con un leve repunte del 0,21%, hasta los 9.775 puntos.