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Tu experiencia

Del Aranda a la capital del país

Estudiantes del IES Sierra de la Virgen disfrutan de un viaje de dos días a Madrid

Del Aranda a la capital del país

Madrid, la capital de nuestro país y la ciudad con más alternativas. En esta ocasión, por segunda vez y junto a mis compañeros de 2º de Bachillerato del IES Sierra de la Virgen de Illueca (Zaragoza), visitamos la capital española los días 16 y 17 de enero. No fuimos más de treinta, incluso contando con los dos profesores que nos acompañaron.

Llegamos con un microbús, paramos en el centro y nos dirigimos al hostal, en Chueca, un barrio estupendo y acogedor. A toda prisa llegamos al Museo del Prado, el museo junto al Reina Sofía que más personas acoge. Por desgracia, disponíamos de poco tiempo y todo pasó muy rápido. Héctor, nuestro profesor de Historia de España, nos guió entre lienzos pasando desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, repasando los cuadros más interesantes de lo que habíamos estudiado. Ver tantas obras en tan poco tiempo no ayudaba a impregnarse de ellas, pero aun así fue El jardín de las delicias del Bosco la obra que más llamó mi atención: una obra de tal magnitud y densidad, tantos colores y personajes y la forma exótica de plasmar los pecados me hizo sentir como si estuviese frente al mismo jardín del Edén.

Tras probar las delicias de las cadenas de comida rápida típicas de Madrid como cierta hamburguesería en la plaza del Sol, en el Madrid más profundo, nuestro director, Borja, y segundo acompañante, nos llevó a un agradable paseo por el Barrio de las Letras, visitando y recordando las historias y andanzas de los bohemios literatos más ilustres que vivieron en Madrid. Y no solo eso, sino que también hablamos de Cervantes y Lope de vega entre otros.

La noche ya cubría las plazas y avenidas madrileñas cuando nos dirigimos al ilustre teatro Lara a ver la obra Me gusta como eres, bajo la dirección de Gabriel Olivares y actores como Miren Ibarguren, Pepa Rus, Óscar de la Fuente y Juanan Lumbreras. Muy poco profunda para mi inexperto juicio en esto del teatro. Aunque la mayoría de mis compañeros disfrutaron la comedia y los actores lo hicieron genial. A mí la obra no me terminó de convencer. He de aportar que mi sentido del humor va más allá de lo absurdo y lo brusco, pese a esto la obra para nada me disgustó, incluso me reí en algunos sketchs. A las diez cenamos, de nuevo comida rápida, en este caso en una famosísima pizzería de Madrid. Tras la cena algunos de mis compañeros se fueron a frecuentar algunos bares quizá para aprovechar la libertad de la nocturnidad o quizá por sucumbir al bombardeo de ofertas de discotecas. De todas formas, descansamos escasas horas para visitar al día siguiente el Museo Geominero de Madrid, al que llegaron algunos como zombis, por el sueño y los largos paseos del día anterior.

En el Museo Geominero fuimos guiados a través de las milenarias rocas y curiosidades que las rocas nos aportan por un simpático señor al que pocos atendieron. Los más curiosos recorrimos las vitrinas que protegían ricos materiales y fósiles de todo tipo incluso una roca lunar. Esta fue la última visita didáctica que hicimos.

Finalmente, tras visitar algunas tiendas durante unas horas, volvimos a por las maletas y tomamos el viaje de vuelta hacia nuestros respectivos pueblos.

No sé qué tiene Madrid que cada vez que voy me gusta más ¿Será por sus bonitas bestias de ladrillo y hormigón? O puede que algún músico callejero me hipnotizara. De cualquier forma lo pasamos genial y no a un alto precio.

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