¿Fiestas sin botellón? Esta forma de ocio es cada vez menos frecuente entre los jóvenes

Se acercan las fiestas del Pilar y durante estas fechas, es habitual ver alrededor de los grandes recintos de música y espacios del centro de la ciudad a jóvenes bebiendo en la calle. Sin embargo, esta estampa es cada vez menos frecuente en nuestra ciudad, donde el botellón es un fenómeno a la baja.

El endurecimiento de las multas por beber en la vía pública y la cada vez mayor concienciación sobre los efectos negativos del alcohol sobre la salud parecen ser los principales motivos de la desaparición de esta forma de ocio muy popular en la década de los 90 y los 2000. 

Desde el Centro Municipal de Atención y Prevención de Adicciones (CMAPA) del Ayuntamiento de Zaragoza, indican que otro factor importante ha sido sin duda la pandemia de coronavirus, que dejó a la juventud "sin acceso al alcohol ni a esta forma de reunión".

Descenso en el consumo de alcohol en los jóvenes

Todavía es pronto para saber si el botellón tiene los días contados. Las últimas encuestas publicadas sobre esta cuestión se basan en datos de 2021 y 2022 y no reflejan la realidad actual, ya que entonces todavía había muchas restricciones en vigor para evitar la transmisión del covid. 

No obstante, si se mira por el retrovisor, entre 2008 y 2021 se aprecia un descenso en el consumo de alcohol de la población más joven, tanto ocasional (alguna vez en el último mes) como del binge drinking o consumo por atracón (cinco bebidas alcohólicas en menos de dos horas).

Para los técnicos del centro municipal, esto demuestra que la concienciación de los jóvenes es cada vez mayor. No obstante, el alcohol sigue estando presente en las nuevas generaciones por "la falta de percepción de riesgo y la facilidad de acceso".  

"Debemos ser cautelosos y no perder de vista que el alcohol es una droga, una sustancia psicoactiva que tiene efectos sobre el sistema nervioso central", afirman.

"El consumo ha descendido en las últimas décadas pero debemos ser cautelosos", indican desde el CMAPA

La franja de edad de los jóvenes es "clave", ya que es una etapa de crecimiento en la que el consumo de esta sustancia tiene una gran influencia en el desarrollo del cerebro y de otros órganos.

"Además, si disminuye el consumo y se retrasa la edad de empezar a beber, el riesgo de sufrir adicción en un futuro es también menor", destacan.

La droga más consumida

El alcohol sigue siendo la droga que más se consume, y la edad media de inicio son los 14 años. "Culturalmente no se tiene esa percepción de riesgo, su consumo se asocia a la celebración. Se bebe para celebrar, para pasárselo bien, cuando en realidad no es necesario", explican los especialistas.

Desde 2011, el CMAPA edita en torno a las fiestas del Pilar unos folletos para concienciar sobre el consumo de alcohol en estas fechas a los jóvenes y a sus familias. Este 2023 se han repartido 23.000 ejemplares en centros educativos de la ciudad, además de su difusión a través de la página web del centro y en redes sociales.

El objetivo de estos folletos es "hacer reflexionar a las familias sobre todos esos mensajes que culturalmente tenemos asociados al alcohol como algo positivo", y también se explica a los jóvenes las "dos caras" del alcohol, que al principio desinhibe pero a la larga es un depresor.

Otra de los mensajes que se traslada es que el alcohol no tiene que ser el protagonista. "Parece que si bebes, te los pasas bien, eres libre, pierdes la vergüenza, tienes mayor seguridad en ti mismo, y más bien es al revés: cuando no bebes es cuando más control tienes sobre las situaciones y sobre ti mismo. Te lo puedes pasar muy bien sin beber", afirman desde el centro.

Educar con el ejemplo: el importante papel de las familias

Finalmente, el folleto hace hincapié en el papel de las familias a la hora de establecer estrategias educativas, basadas en el diálogo, el ejemplo y el consumo moderado de alcohol, para transmitir a los jóvenes la importancia de un ocio saludable. 

Para ello es importante desarrollar la autoestima y la seguridad de los jóvenes, para que sepan decir «no» y establecer normas claras: "En menores el consumo 0 debería ser lo normal, no se puede justificar. Los padres deben ser un ejemplo y consumir alcohol de manera responsable".