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La evolución de las noticias del tiempo: de los mapas y vídeos en redes sociales a los bulos y conspiraciones

Solo en Tik Tok los vídeos con el ‘hashtag’ de Aemet acumulan más de 5 millones de visualizaciones

“Para que un pronóstico sea fiable, hace falta hacerlo con 24 o 48 horas”, dice Rafael Requena, representante de la agencia en Aragón

Zaragoza nevada tras el paso de la tormenta 'Filomena' en enero de 2021.

Zaragoza nevada tras el paso de la tormenta 'Filomena' en enero de 2021. / ÁNGEL DE CASTRO

Laura Rabanaque

Laura Rabanaque

Conocer si hará sol el fin de semana para irnos de viaje al pueblo o a la playa, o saber si lloverá mañana para no dejarnos el paraguas en casa. El tiempo también es noticia y además de las que interesa mucho a la gente. En las últimas décadas, la información meteorológica ha evolucionado para adaptarse a los nuevos tiempos y a los nuevos canales de comunicación llegando a un público cada vez más joven.

Según Rafael Requena, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, a la gente le interesa la información meteorológica porque afecta a sus planes de ocio e incluso a la ropa que van a ponerse. "Es algo que no entiende de edades y atrae a todas las generaciones, desde jóvenes que empiezan a interesarse por ello hasta los mayores que llevan toda la vida siguiendo este tipo de noticias".

Además de aparecer frecuentemente en los telediarios, informativos de radio y en los periódicos, la información meteorológica también es un fenómeno en internet y en las redes sociales, donde se pueden encontrar innumerables historias y contenidos sobre meteorología. Solo el hashtag Aemet (#aemet) acumula más de 5 millones de visualizaciones en Tik Tok.

La cultura de la imagen y los 'falsos gurús' de las noticias del tiempo

En el caso de la Aemet, se puede apreciar cómo la información de la agencia se adapta a estos nuevos canales mediante el uso de mapas e infografías para transmitir mejor la información.

"Es la cultura de la imagen, pones una foto de nieve y tiene muchos me gusta y comentarios", comenta el representante de la agencia en Aragón, que destaca también la inmediatez de las redes para transmitir alertas meteorológicas o los hilos de Twitter, en los que se pueden explicar fenómenos de manera más detallada.

Detalle de una estación de medición meteorológica.

Detalle de una estación de medición meteorológica. / EL PERIÓDICO

En cuanto al resto de cuentas, "se puede encontrar de todo un poco, gente que sabe mucho y sabe hacer muy buenas predicciones, y otros que no tiene mucha idea y que buscan sobre todo generar un impacto", explica Rafael Requena. 

Se trata de un fenómeno cada vez más común entre usuarios como Jorge Rey, apodado como ‘el joven que predijo Filomena’, que se dedican a realizar predicciones utilizando métodos de observación sin base científica pero que tienen una gran publicidad en los medios. 

Las predicciones meteorológicas: una cuestión de estadística

El interés por las noticias meteorológicas también las convierte en un foco de conflicto por muchas razones. Según Requena, las previsiones meteorológicas son probabilistas y se basan en estadísticas. "Para que una predicción sea más fiable, debe hacerse en un plazo de 24 o 48 horas. A partir de 4 o 5 días, es imposible hacer una sola predicción: hay una predicción que es más probable que se cumpla, pero pueden haber otras".

Esto es lo que ocurrió la semana pasada con la nieve que debía caer en Zaragoza el pasado miércoles. En un principio se habló de una nueva tormenta como Filomena azotando la capital aragonesa para esa jornada, pero con el paso de los días la previsión fue bajando hasta acabar con lluvias ligeras sobre la capital aragonesa.

"La gente quiere certezas, que des previsiones con una semana o incluso dos semanas de antelación, y si fallas, has cometido un error. Hay que explicar que esto es una cuestión de estadística", incide Requena. "Cuando las predicciones se hacen con unos días o una semana de antelación, pueden ocurrir errores porque es menos probable que el pronóstico sea correcto".

Blanco de bulos y teorías conspiranoicas

La desinformación que se produce especialmente en relación con cuestiones políticas, también se extiende a otros ámbitos como el sanitario y, cada vez más, al de la meteorología. Las noticias meteorológicas se han visto afectadas por el negacionismo del cambio climático y se han convertido en blanco de bulos y teorías conspirativas.

Rafael Requena, delegado de la Aemet en Aragón.

Rafael Requena, delegado de la Aemet en Aragón. / JAIME GALINDO

Requena enumera algunas de las más habituales, como los chemtrails, supuestas sustancias químicas que se arrojarían desde aviones con el propósito de modificar el clima, provocar la sequía o hacer que llueva en algunas zonas.

También existen bulos que usan datos antiguos de la Aemet sobre temperaturas para demostrar que siempre ha habido olas de calor en verano y desmentir la crisis climática. Estas falsas noticias obvian que estos episodios cálidos son cada vez más frecuentes, lo que no quiere decir que no los hubiera en el pasado.

Según Requena, se trata de un problema que ha ido a más y que ha obligado a la agencia estatal de meteorología a plantar cara a estos engaños, así como a los insultos y amenazas que reciben los meteorólogos. "Los datos y estadísticas utilizados en meteorología son difíciles de transmitir con precisión, razón por la cual a menudo se malinterpretan", concluye el experto.