Agroecología, una herramienta esencial

La oenegé CERAI lleva más de 25 años trabajando a favor unos sistemas alimentarios sostenibles, siempre bajo la premisa de que la lucha contra el cambio climático empieza en la mesa

La ganadería Casa Chirón, en el Valle de Benasque, participa en el proyecto ‘Mincha d’Aquí’

La ganadería Casa Chirón, en el Valle de Benasque, participa en el proyecto ‘Mincha d’Aquí’ / SUSAN LABICH

CERAI ARAGÓN

Sentimos en el bolsillo la subida de precios de los alimentos. Se escucha constantemente que la producción de alimentos debe aumentar, que la agroindustria es la única que puede asegurar precios y que la producción ecológica no es el camino para garantizar el final del hambre. Pero, ¿cómo podemos sostener estas afirmaciones?

Lo cierto es que las estimaciones actuales indican que cerca de 721 millones de personas en el mundo padecen hambre y, en paralelo, un tercio de los alimentos se desperdicia. A su vez, el 53% de la población española adulta está por encima de su peso, un 17% sufre obesidad y se estima que seis millones de personas sufren diabetes.

Todo esto pone en evidencia que existe un reparto injusto de los alimentos. Mientras en los países enriquecidos la gente enferma por exceso de comida y se tiran toneladas de alimentos, en los países empobrecidos mueren por no alcanzarla.

La subida de precios está directamente relacionada con la crisis energética, ya que el sistema de producción industrial se sustenta en la distribución de alimentos a grandes distancias, con el uso de fertilizantes y agrotóxicos que dependen directamente del petróleo. Aparte de que la distancia inevitablemente encarece el precio, ¿es necesario producir los alimentos tan lejos? Parece que se acerca el fin de la era del petróleo y empezamos a sentir el coste real de los productos que dependen de él.

Estamos ante una huida hacia adelante y por el camino vamos destruyendo el planeta con un sistema de producción de alimentos que expolia recursos, contamina y está totalmente desvinculado de la naturaleza. Vivimos una profunda crisis climática, energética y social —todas están estrechamente relacionadas— y, una vez más, quienes están sufriendo sus consecuencias son los menos responsables.

Tanto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (más conocida como la FAO, por sus siglas en inglés) como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) señalan al sistema alimentario como uno de los sectores clave para abordar los retos ambientales y climáticos a los que nos enfrentamos. A nivel mundial, se estima que el sistema alimentario es responsable de entre el 21 y el 37% del total de las emisiones netas de gases de efecto invernadero a nivel mundial, principal causante del cambio climático. Y España sigue la misma tendencia.

¿Cómo quieres que se alimente tu familia? Existen alternativas al sistema de producción, distribución y consumo actual que proponen un modelo sostenible en cuanto a recursos, respetuoso con el medio ambiente y justo socialmente. Hace décadas que desde instancias científicas y organismos internacionales confirman que la agroecología es la herramienta esencial para poder alimentar de manera sana, sostenible y justa a la humanidad, ahora y en el futuro. Defendamos, entonces, un sistema alimentario ecológico, de temporada y de proximidad.

El Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) lleva más de 25 años trabajando para promover sistemas alimentarios y medios rurales sostenibles que garanticen el derecho a la alimentación, la soberanía alimentaria, los derechos de las comunidades rurales y la conservación de los ecosistemas. La alimentación sostenible mejora la eficiencia de la producción, reduce emisiones y fomenta el consumo consciente: es clave en la solución al cambio climático.