TOROS

Crítica de la segunda de la Feria del Pilar: La Misericordia, en fase de peligro por colapso

Indigno encierro de Santafé Martón con dos sobreros que debieron ser más y ante el que destaca Tristán Barroso frente a Bastos y Medina

Tristán Barroso, tan animoso durante toda la tarde, ejecuta una chicuelina al primer novillo de su lote.

Tristán Barroso, tan animoso durante toda la tarde, ejecuta una chicuelina al primer novillo de su lote. / LAURA TRIVES

Carmelo Moya

Carmelo Moya

La novillada perteneciente al hierro navarro de Santafé Martón lidiada este sábado en la plaza de toros de La Misericordia zaragozana en la segunda de la feria del Pilar resultó el fiel reflejo del estado actual del toreo en la capital de Aragón.

El encierro, que por edad y hechuras estaba más cerca de una novillada sin picadores se tapaba algo por la cara. De hecho, la novillada del próximo lunes en el coso zaragozano pertenecerá también a la misma ganadería. Comprar al peso y tal o «dos por uno» y así.

¿Se confundirían y echarían la del lunes? Ironías aparte, la devolución del sexto animalillo tuvo que ver en realidad con una circunstancia muy chocante, entre nefasta y cómica.

Un novillo desechado

Uno de los novillos reconocidos que no pasó el filtro y fue desechado, Sastrero-19, de agosto de 2020, había sido excluido del hato con el que se hicieron los tres lotes. Por alguna razón, el novillo se coló por aquí y por allá y acabó saltando al ruedo ante la sorpresa de las cuadrillas que reclamaron inmediatamente su devolución para cumplir con los designios del destino que, tan solo unas horas antes, lo habían apartado del sorteo.

Cuando apareció el pañuelo verde por el antepecho del palco, las expresiones de estupor entre los clientes eran ostensibles pues no había motivo aparente.

Más razones, todas, había habido tras saltar al ruedo el primero de la tarde, un auténtico inválido, con la edad recién cumplida (agosto del 20), de ridícula estampa ante el que Diego Bastos abundó, como por ósmosis, en una apabullante irrelevancia.

Su otro, también de agosto del año 20 se sostuvo en pie algo más aunque resultó berreón de puro cobarde y estuvo siempre a la defensiva, lo que propició una sucesión de enganchones que deslucieron aquel trasteo vacío al que sentenció una voz desde el tendido cuatro: «¡ni uno!, ¡no le has dao ni uno!».

Menos mal que queda ese reducto de aficionados rigurosos, exigentes y formados. La resistencia.

De Arnedo a Zaragoza

El ganador del recién concluido certamen Zapato de Oro de Arnedo, Daniel Medina, tuvo casi ninguna fortuna. Su primer novillejo fue devuelto corriendo turno y siendo reemplazado por otra piltrafa también protestada ampliamente por su escasa fortaleza.

Escachado bajo el caballo de picar tras señalarle el puyazo, quedó agónico y expirante. Medina tuvo la generosidad de abreviar para no putear innecesariamente al personal. Gracias.

En quinto lugar apareció un sobrero de Toros de Sanromán más lleno, mejor comido y rematado aunque paupérrimo de encornadura. Una risión que Daniel Medina recibió animoso y resuelto con el capote, bajándole las manos y adivinando un buen concepto que luego corroboró con la muleta en una faena de muleta con acertado planteamiento de terrenos y buen gobierno de las embestidas aunque le faltó someterlo más por abajo para terminar de cuajarlo. Hay que verle con algo más adecuado.

Mientras, la única oreja de la tarde fue al esportón de Tristán Barroso en el tercero. Cabezón-1, tres años y un mes. Una ratita que de mayor quería ser rata, fue protestadísimo por su falta de todo. Barroso, con esa cara de pillo despierto y resolutivo, conectó rápidamente con el tendido a lo largo de una labor de forzadísima y teatralizada expresión pero efectiva pues fue más de acompañar que de gobernar.

Para sexto quedaba, una vez devuelto el citado novillo furtivo, otro de Toros de Sanromán, al que Barroso recibió frente a chiqueros. En esa clave efectista ofreció la muleta de rodillas siendo arrollado aunque sin resultar herido. Desde esos terrenos del tendido tres fue transitando, errabunda, una faena alocada, sin orden ni concierto, con pases dados o robados que terminaron en el lugar más lejano posible del punto de partida.

Entre tanto el presidente debutante Jorge Moreno deberá aplicarse muy a fondo para asumir que sus funciones empiezan ya por la mañana. 

CUATRO NOVILLOS DE Santafé Martón y dos (2º y 6º) de Toros de Sanromán.

DIEGO BASTOS

Silencio y división de opiniones.

DANIEL MEDINA

Silencio y silencio tras aviso.

TRISTÁN BARROSO

Oreja y vuelta tras petición.

ENTRADA

Un cuarto.