Los militares que el pasado martes dieron un golpe de Estado en Guinea Conakry tras la muerte del presidente del país, Lansana Conté, se han consolidado en el poder después de que ayer se rindieran las autoridades constitucionales y los altos mandos de las Fuerzas Armadas que no participaban en la asonada. El primer ministro guineano, Ahmed Tidiane Souaré, los ministros de su gobierno y el jefe del Estado Mayor, general Diarra Camara, acompañado de otros oficiales de alto rango, se entregaron a la junta militar que encabeza el capitán Moussa Dadis Camara, según emisoras internacionales de radio.

Souaré permanecía en paradero desconocido desde la madrugada del martes, aunque mantuvo contacto telefónico con los medios de comunicación, y tras afirmar que su gobierno seguía en control del país, hizo llamamientos a la comunidad internacional para que interviniera y evitara que la intentona militar tuviera éxito.

El capitán Camara, presidente del Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo (CNDD), como se autodenomina la junta militar, ordenó durante la Nochebuena a Souaré que se presentara junto con su gabinete en la base militar de Alpha Yaya Diallo, en la capital guineana, Conakry, donde los golpistas tienen su cuartel general.

Camara, quien fue elegido por sorteo por sus compañeros para encabezar el gobierno de facto de Guinea, había dado 24 horas de plazo para que las autoridades constitucionales se rindieran y advirtió de que si estas no se avenían a las exigencias del CNDD serían "perseguidas".

"BUENO PARA EL PAÍS"

Después de entrevistarse con los dirigentes de la junta militar, los oficiales que no se habían plegado a la asonada militar, aunque tampoco ofrecieron resistencia en defensa del Gobierno, fueron puestos en libertad tras proclamar su adhesión al nuevo orden, señala, por su parte la web www.guineenews.org. Según el portal guineano, tras su liberación, el general Diarra Camara, jefe del Estado Mayor, dijo en rueda de prensa que "lo que ha sucedido es bueno para el país". "Ahora podemos volver tranquilamente a casa y dedicarnos a las exequias del general Conté", añadió. El presidente será enterrado el sábado.

Además de los generales, el primer ministro y los miembros de su gabinete, el presidente del Consejo Económico y Social del país, Lamine Kamani, también se ha rendido, y era cuestión de horas que lo hiciera también el presidente de la Asamblea Nacional, Aboubacar Sompare. Sompare, según establece la Constitución de Guinea, debía asumir el poder de forma interina y convocar elecciones presidenciales en un plazo de sesenta días.

Al estallar el motín, que transcurrió sin derramamiento de sangre, Camara actuó primero como portavoz del CNDD, compuesto de 32 miembros entre los que figuran 6 civiles y 26 militares, incluidos un general y nueve coroneles, además de varios tenientes coroneles. Tras ser elegido como líder de la junta, el nuevo hombre fuerte de Guinea, de pie sobre un vehículo militar y envuelto en una bandera guineana, recorrió las calles de Conakry para dirigirse al palacio gubernamental y en el recorrido fue vitoreado por miles de guineanos, que denunciaban el anterior "régimen despótico".

ELECCIONES El CNDD

prometió inicialmente que devolver a el poder a los civiles, tras convocar a elecciones en un plazo de 60 días, pero Camara dijo después que su gobierno planea celebrar los comicios en diciembre de 2010. El líder golpista puntualizó, sin embargo, que no tiene intenciones de presentarse como candidato en esas elecciones presidenciales.

Mientras, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha sido uno de los primeros en reacionar oficialmente y pidió ayer que se celebren pronto "elecciones libres y transparentes" en Guinea Conakry, bajo la supervisión de observadores internacionales. Sarkozy, presidente de turno de la Unión Europea (UE), llamó a una "transición pacífica, ordenada y democrática", tras conocerse la caída del gobierno.