El juez Baltasar Garzón envió ayer a prisión contra cuatro argelinos a los que acusa de ser miembros del Grupo de Protectores de la Corriente Salafista, vinculado a Al Qaeda. Los cuatro fueron liberados por Guillermo Ruiz Polanco --suspendido por el Consejo General del Poder Judicial-- porque estableció que unos polvos blancos que les fueron incautados eran detergente.

Sin embargo, Garzón considera que se trata de napalm casero, una sustancia que está "destinada como componente de artefactos explosivos con el fin de aumentar el poder abrasivo y daños personales de aquéllos". El FBI ya había establecido esa conclusión en un informe presentado a Ruiz Polanco y que ayer fue ratificado ante Garzón.

Esa sustancia, según el juez, fue recogida por la policía los días 17 y 18 de diciembre del 2002 después de que Mohamed Nebbar, Alí Kaouka, Djamel Boudjethia y Mohamed Tahraoui se deshicieran de ella tras saber que habían sido detenidos en Francia otros salafistas. Los cuatro fueron arrestados el 24 de enero del pasado año y excarcelados por Ruiz Polanco el pasado mes de junio.

Garzón también ha tenido en cuenta que a los acusados se les incautaron radios y transmisores que utilizaron para que pudieran comunicarse "los componentes de la célula terrorista". Y que las facturas de esos aparatos han sido aprehendidas a los detenidos en Francia.

Asimismo, destaca que Taharaoui ayudó a escapar a Nouveddine Merabet, que fue después detenido en Francia. Esa persona está vinculado a la Yihad chechena. Y que Nebbad era el encargado de construir artefactos explosivos porque había recibido un cursillo sobre esas técnicas a cargo de Abu Zubaida, uno de los máximos responsables de Al Qaeda, actualmente detenido en Guantánamo. Por ello, este grupo manejó placas bases electrónicas, manipuló relojes digitales y mandos a distancia, ya que eran "idóneos" como componentes de artefactos explosivos.

RIESGO DE FUGA Para Garzón esa actuación es constitutiva de un delito de integración en organización terrorista. Y explica que ordena el ingreso en prisión por la "posibilidad de reiteración delictiva a favor de o al servicio de la organización terrorista internacional a la que pertenecen", así como por el riesgo de fuga.

El abogado de los encarcelados, Sebasti Salellas, insistió ayer en Girona en que sus clientes no tienen nada que ver con los atentados del 11-M, informa Cristina Buesa. El letrado aseguró que en el auto de prisión de Garzón no hay ningún elemento diferente de los que dio su antecesor, Ruiz Polanco, para dejarles en libertad. "La sustancia que les decomisaron en enero del año pasado no es napalm porque el propio FBI ya asegura que para que lo sea es necesario un disolvente, pero la policía no halló ninguna mezcla", recalcó Salellas.

LA MASACRE DE MADRID Por otra parte, el juez Juan del Olmo ordenó ayer el ingreso en prisión incondicional e incomunicada de cinco días por un delito de colaboración con banda terrorista para Rafa Zuher y Naima Oulad, dos de los últimos detenidos por su relación con la masacre del 11-M. Ambos negaron ante el juez su relación con estos hechos y condenaron el terrorismo islamista. Naima Oulad es hermana de Khalid Oulad al que juez dejó en libertad tras declarar el lunes, aunque cumple una condena de cuatro años desde el 2001 por robo y lesiones.