El presidente y consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, aseguró ayer que el plan Pace! que la empresa puso en marcha hace un año está funcionando, lo que hará que la marca alemana de automóviles sea «sostenible, rentable, eléctrica y global».

Para Lohscheller el balance de este último año es «positivo» y los empleados deben estar orgullosos de ello, ya que se han registrado unos beneficios de 502 millones de euros en el primer semestre del 2018, aseguró ayer Opel en una nota.

Esto ha sido posible porque la empresa, propiedad del grupo francés PSA desde marzo del 2017, ha logrado reducir sus costes fijos en un 28% en la primera mitad del año.

Además, ha firmado varios acuerdos para la mejora de la competitividad con los interlocutores sociales, ha reducido un 25% los puestos directivos y mantiene «claramente su objetivo de evitar el cierre de plantas», para lo que está realizando inversiones en ellas y asignando nuevos productos, como es el caso de la zaragozana Figueruelas con la nueva generación del Corsa o la versión eléctrica de este modelo.

Asimismo, se está beneficiando de la integración en PSA (Peugeot, Citroën y DS) gracias a las plataformas modulares, multi-energía CMP y EMP2, que han permitido que los nuevos vehículos sean un 50% más rentables en su desarrollo.

De acuerdo con la estrategia de Opel, cuatro vehículos ya estarán electrificados en el 2020 (entre ellos el Corsa, junto con el Grandland X PHEV, el primer híbrido enchufable de la marca alemana).