Míchel dijo tras acabar el partido contra el Rayo que la derrota no debía afectar lo más mínimo al Huesca y ayer lo volvió a recalcar antes del enfrentamiento ante el Mirandés: «Nos tiene que hacer el mínimo daño», resaltó el madrileño. Ese es uno de los retos a los que se enfrenta el Huesca en Anduva (16.00 horas. Movistar LaLiga1) y que tiene mucho que ver con el que realmente preocupa al técnico. «Tenemos que ser más eficaces y regulares en cuanto a resultados y mejorar el número de derrotas, pero los números dicen que estamos en posición de optar a todo a día de hoy», incidió.

Se dio un primer paso hacia delante contra el Alcorcón en el último desplazamiento al lograr, al fin, vencer lejos de El Alcoraz. Pero contra el Rayo se retrocedió. En esa indefinición se mueve el Huesca, porque está una posición cómoda, pero con la sensación de que se han desaprovechado oportunidades para establecerse en ascenso directo con comodidad y con un colchón de puntos.

Otro de los alicientes será ver si el Huesca vuelve a las andadas fuera de casa o si se mantiene con la firmeza que mostró en Alcorcón. Necesita mejorar la producción de puntos lejos de El Alcoraz y que la victoria en Santo Domingo se demuestre que no fue un espejismo. Eso sí, Anduva tiene unas características diferentes y ahí el Huesca deberá ofrecer una respuesta óptima si quiere obtener el triunfo en un estadio en el que solo el Cádiz ha rascado los tres puntos y, además, en la ya lejana primera jornada.

«El Mirandés tiene muy buenas transiciones y sabe a lo que juega, pero llevamos idea de ser protagonistas del partido. Cuanto más controlemos el juego y sus transiciones seremos más fiables. Cuando tiene el balón, aunque juegue directo, posee jugadores en la mediapunta que pueden hacer daño. Tenemos que ser un equipo reconocible», comentó Míchel sobre el duelo.

Baja sensible

Otra de las incógnitas tiene como protagonista a Pedro Mosquera. El gallego, por primera vez en la temporada, se pierde un partido debido a que sumó su quinta amarilla contra el Rayo Vallecano. No jugará y es una situación nueva para el Huesca, que además no queda solo ahí, ya que sus sustitutos naturales tampoco están disponibles. Doukouré continúa lesionado y sin poder entrar en las convocatorias, mientras que Damián Musto está sancionado hasta el 5 de enero por dopaje.

A pesar de la importancia del coruñés, Míchel se mostró tranquilo ya que «no tiene por qué trastocar nuestra idea» y, además, posee una plantilla con gente para cubrirle, «aunque no sean específicos». Lo más probable es que el elegido sea Mikel Rico, si bien Eugeni también podría actuar de enlace entre el medio y la defensa.

Por lo demás, pocas rotaciones se esperan, tal y como destacó Míchel: «Puede haber algún cambio, pero más que por el resultado del último duelo, por las condiciones del partido». Como es habitual, Galán y Luisinho se disputan un puesto en el lateral izquierdo, si bien el portugués, que viene jugando los últimos choques y que es más defensivo, parte con ventaja. Que Mikel Rico retrase su posición también implica que entre un jugador para el medio o el ataque y uno de los grandes candidatos es Okazaki por su carácter peleón, si bien Cristo o Sergio Gómez también tienen opciones.