Todavía no sabemos apenas nada sobre la incidencia y evolución de la epidemia. Ayer nos despertábamos con la noticia de un comienzo de la infección en España a mediados de febrero. Y los primeros estudios sobre anticuerpos han detectado menos inmunidad de la esperada, solo entre el 2% y el 3% de la población ha podido haber sido infectada. Alejándose así algunas de las perspectivas sobre una alta inmunización de la población que permitirían en un futuro cercano relajar las medidas de distanciamiento social. si le unimos a esto, la baja sensibilidad de los tests rápidos de detección de anticuerpos, y que los resultados del estudio de seroprevalencia español no se obtendrán hasta finales junio, el proceso de desconfinamiento que simbólicamente comienza con la salida de los niños el domingo se va a hacer con pocas certezas. De ahí los continuos avisos sobre la evaluación constante y los posibles pasos atrás.

Esta estrategia ensayo y error está orientada a soluciones, no se intenta descubrir por qué funciona una solución, solo se aspira a lograrla. Se destina a problemas específicos, como el nuestro y no es el óptimo, pero el posible ahora, se enfoca a encontrar solo una solución, no todas, ni la mejor. Está centrada en el presente, por eso las propuestas del PP para que la Comisión de Reconstrucción se inicie con una fiscalización de la actuación del Gobierno sobre el pasado de su gestión no parecen muy oportunas en momentos de urgencias.

Nos faltan datos y perspectiva para elaborar un juicio. Por ahora somos el segundo país con mayor número de fallecidos en datos relativos, pero con un número de afectados en continua oscilación con respecto a los países que nos comparamos. Necesitamos tiempo para hacer una evaluación seria. Y, sobre todo, intentar al mismo tiempo un proceso de fiscalización y otro de acuerdo es inviable. Ambas trabajan con dinámicas bien distintas. Para la reconstrucción se necesita llegar a acuerdos, y un proceso de fiscalización lo que produce es situar a las partes en posiciones antagónicas, y desde el antagonismo es imposible alcanzar a algún consenso.

¿Miramos al futuro o evaluamos a ciegas el pasado, en este momento? Esta es la decisión crucial para afrontar coordinados la salida de la crisis. Si empezamos ya la fiscalización ¿lo hacemos también en todas las comunidades autónomas que son las competentes en materia de sanidad y servicios sociales? Es difícil ver el beneficio de abrir todas estas causas a la vez, ahora, en este equilibrio tan frágil.