INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Navidades y ‘fake news’

Nerea Vadillo

Nerea Vadillo

Si dices una mentira lo suficientemente grande y la sigues repitiendo, la gente eventualmente llegará a creerla». Hace más de 80 años que Goebbels lo afirmaba, y sigue teniendo razón. Así, aunque algunos católicos devotos puedan ofenderse porque la celebración de la Navidad se ha vuelto una fiesta cada vez más ebria y comercial, que olvida la esencia sagrada de dos de los momentos más importantes del calendario litúrgico cristiano (el 25 de diciembre y el 6 de enero), la realidad, es que estas festividades navideñas nunca tuvieron que ver demasiado con Cristo.

Mucho tiempo antes de cualquier epifanía calculadamente adoptada por el papa Julio I para pastorear al rebaño, los escandinavos celebraban por estas fechas el solsticio de invierno, y los romanos, sus saturnales. Durante este festival elegían al azar a un sirviente o campesino como «rey del desgobierno», para practicar con él, todo tipo de estragos y travesuras por puro entretenimiento.

Mirando el escenario político actual, parecería que la máxima goebbeliana continúa más viva que nunca. Nacionalistas catalanes o escoceses pretenden que entremos en sus juegos políticos y que los subvencionemos los demás; nuestras universidades construyen baños para elles en lugar de laboratorios y aulas; y diciembre es el mes del pan y circo, con un Mundial como el que se está celebrando en Qatar, opio para el pueblo, y el evento perfecto para distraernos de la corrupción subyacente, del aumento de los precios de los alimentos y carburantes, y del largo y cruel invierno todavía por llegar.

Como la cosa siga así, al igual que los paganos, quizás tengamos que recurrir a quemar un tronco durante 12 días para mantenernos calientes, y todo por culpa del desgobierno de nuestros gobiernos.

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