Orden procesional

El responsable de la organización, mantener el orden, así como de manejar los tiempos procesionales es el Cetro General, ayudado por los cetros auxiliares. Su equipo repasa cada metro del recorrido antes de que esta salga a la calle, identificando elementos que puedan entorpecer su paso, así como calculando la duración total de la procesión. Los cetros se ayudan de equipos de comunicación, evitando grandes desplazamientos, sobre todo muy importante en las Cofradías de mayor tamaño, ganando rapidez en la toma de sus decisiones. Su misión también es resolver incidencias que surjan durante la procesión.

Comenzará la procesión con el Guión, en los casos que la congregación pertenezca a una parroquia, es la Cruz Parroquial la que antecede al Guión. Si la cofradía procesiona alguna peana, esta suele ir delante de la Sección de Instrumentos, normalmente con un piquete de tambores y cornetas.

Las secciones de instrumentos, tambores, bombos y timbales, son las más numerosas en casi todos los casos, y ocuparán las partes centrales de los desfiles. Irán detrás de su propio Guión. Ya hay dos cofradías que, por el alto número de los integrantes de su sección de instrumentos, con más de 400 miembros se han visto obligadas a «desdoblar» la sección en dos grupos. El tamaño alcanzado en extensión hacía muy difícil a estas largas secciones controlar sus marchas en algunos momentos, y prefieren intercalarlas entre sus pasos.

Faroles relacionados con la advocación y Cruces In Memoriam pueden variar su disposición antes o después de las Secciones de Instrumentos.

Antes de los Pasos aparecerán las Secciones de Velas o Hachas iluminando el camino a recorrer y el «camino» a las imágenes. Reminiscencia de los Hermanos de Luz de las primitivas procesiones. En nuestra ciudad, las numerosas secciones de instrumentos le «roban» miembros a esta Sección. Por «culpa» del cierzo, desde los años 40 del siglo XX, se fueron popularizando las velas eléctricas, si bien ahora algunas de las cofradías han vuelto a intentar volver a la cera tradicional, incorporando algún guardabrisa a la vela. Una de las «ventajas» que pudo traer el Hacha eléctrica es la cantidad y variedad de diseños de las diferentes velas incorporando normalmente el escudo de cada Cofradía.

En la parte final de los desfiles aparecerán las imágenes, verdadero motivo y significado de las procesiones.

Detrás de las imágenes podemos ver grupos de mujeres vestidas de negro y ataviadas con mantillas, son las llamadas manolas, vistiendo como era tradicional a la hora de ir a los actos religiosos a finales del XIX.

Por último, vemos como acompañan a la comitiva miembros de otras cofradías, siendo este también un hecho diferencial en nuestra ciudad, son las representaciones de las diferentes congregaciones de la ciudad, que en ese momento no tengan actos propios, siendo un signo de hermanamiento entre las congregaciones.

Se acabará la comitiva con Varas o Mazas de cierre que portan los últimos cofrades.