AL MARGEN

La España que convive

Marian Rebolledo

Marian Rebolledo

Pues aquí estamos, después de las elecciones más sucias y crispadas que recuerdo. Con un empate técnico, con dos Españas a las que les separa una visión de país que parece irreconciliable. Y sin embargo, hay un espacio en el centro, enorme, en el que se puede convivir. Un espacio de gente de bien que no le desea nada malo al vecino, que solo quiere que la economía vaya bien, que nadie pierda derechos sociales, que España ocupe el lugar que le corresponde en Europa. Que ahora solo quiere irse de vacaciones, no hablar de política; darle estudios a sus hijos o ver cómo encuentran un trabajo que les permite salir adelante, eso es lo que les preocupa de verdad. Hay millones y millones de personas que en lo fundamental piensan igual, que solo quieren tirar para adelante, formar familias (sean como sean esas familias), cenar con los amigos el sábado por la noche. Esa España que convive, generosa, trabajadora, es la que ha votado a derecha y a izquierda en estas elecciones. Es la que ha confiando en unos políticos que en muchas ocasiones no se lo merecen. La que ha dado la espalda a los comunicadores endiosados que se creen los gurús de la opinión pública, que es una opinión más inteligente de lo que parece. La España que ha creído en el personal de Correos, a la que repugnan los lemas que corean cuatro pijos en Madrid. Esa España centrada, de izquierda y de derecha, quiere seguir viviendo en paz, a ver si se enteran. Y a los de Vox les digo lo mismo: a ver si se enteran. No es tan fácil devolver a las mujeres a la cocina, o negar derechos al colectivo LGTBI, por mucho que griten con la mano en el paquete. Así que hala, tómense unas gambas y un cubata, y a digerir la derrota. Felices vacaciones.

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