De mentiras y otros cuentos

A una amplia mayoría de los militantes del PSOE les repugna el discurso independentista

José Manuel Lasierra

José Manuel Lasierra

Vivimos tiempo revueltos después de un largo periodo de más de 30 años de estabilidad política e institucional. Los que tenemos unos años recordamos la Transición y algunos coletazos posteriores y pensamos que ha habido momentos y situaciones más complicadas.

Cierto que han cambiado las tornas y los manifestantes de hoy van en la dirección opuesta a la de entonces: una autopista al retroceso democrático. La excusa de la amnistía permite manipular emociones que en el fondo tienen el propósito desde el minuto cero de deslegitimar unas elecciones, una investidura y posteriormente un gobierno. Me atrevo a afirmar que a una amplia mayoría de los militantes del PSOE les repugna el discurso independentista y la amnistía a los golpistas, pero entendemos que, primero, la violación de la ley esta vez no les ha salido gratis y lo tendrán en cuenta para otras ocasiones y, segundo, creemos que hay que dar respuesta de una manera razonable a los problemas políticos y sociales presentes . Nadie ignora que es una legislatura de alto riesgo. De los indepes, ya nos lo recordaba Azaña, nada de fiarse. Ya lo sabemos, todos somos conscientes. Pero conviene recordar que en otros momentos Felipe González, con tranquilas mayorías absolutas retiró a los fiscales del caso de Banca Catalana que llevaban camino de procesar a Pujol. No tuvo valor. O cuando siendo el PSOE la fuerza más votada del País Vasco dejó gobernar al PNV. ¿De aquellos polvos salieron los lodos del independentismo catalán y del plan Ibarreche? Desde luego, el que no hace nada no se equivoca.

La alternativa a una investidura era la repetición el electoral con el riesgo de que los resultados electorales fueran muy parecidos y se pudiera agravar la situación política. No nos gustan la amnistía ni los comportamientos de los independentistas, pero tampoco los de Vox y de amplios sectores del PP. Veo pocas diferencias entre Aguirre manifestándose ante la sede del PSOE y Junqueras, con cargo institucional, detrás de los de una pancarta. Tan inconstitucionales y violentos son los CDR como muchos de los manifestantes ante esa sede. Algunos se encuentran muy cómodos con Vox. Resulta sorprendente estos días hablar el PP de la igualdad de los españoles. En el asunto principal, la renta y las oportunidades, lo que hace cuando gobiernan es aplicar la parábola de los talentos de San Mateo: a quien más tiene más se le dará. Así vemos a Ayuso (a la que le gusta la fruta: que nivel) dar becas a aquellas familias que alcanzan hasta 172.000 euros de renta o pedir la anulación de impuestos a las grandes fortunas o a los que, por circunstancias ajenas a su buena o mala gestión, han conseguido beneficios extraordinarios. Es el caso de los bancos por las políticas del BCE o de las energéticas por la guerra de Ucrania.

Los hay más finos, o tramposos, hablan de la igualdad de los españoles de todos los territorios. En la investidura hemos oído algo que muchos voceros públicos, con su sabiduría, deberían haber preguntado hace tiempo: quién del PP habló con Junts, con quién y para qué. Y otra: ¿que ofrecía el PP insistentemente al PNV para que le apoyara? ¿Quitar el privilegio del cupo sin actualizar? ¿Un supercuponazo todos los días del año durante los cuatro años? ¿Eso es el medio para alcanzar la igualdad de los españoles?

Y los de Vox tan dignos y tan españoles, de los buenos, ¿hubieran transigido con los privilegios fiscales del País Vasco tras un posible acuerdo del PP con ellos? Pues les digo yo que si: ya lo hacen con UPN. Los tres en comandita por la igualdad de los españoles. O a lo mejor es que consideran que los navarros y los vascos no son españoles, algo que haría feliz a algunos independentistas.

Se acusa a Sánchez de mentir y de que no dijo en las elecciones que podía pactar con los independentistas y la ley de amnistía. ¿Habló Feijoo en la campaña electoral de compartir legislatura, dos años cada uno con el sanchismo? Patético. ¿Dijo que hablaría, y peor, que negociaría, con los independentistas y nacionalistas?

Mentir es decir una cosa que no es verdad, cambiar de opinión cuando las circunstancias cambian no es mentir. Como decía Keynes: si los hechos cambian yo cambio de opinión, ¿y usted qué hace? Mentir es decir que Feijóo no ofrecía nada al PNV cuando por supuesto lo hacía. Me gustaría que el Presidente Azcón, mi presidente, que va mucho por Madrid y está bien conectado nos dijera que ofrecía el PP al PNV por su apoyo. Lambán sí que se mojó, incluso delante de la actual presidenta navarra.

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