Ganan los malos

Gana en Rusia Vladímir Putin, que sigue bombardeando ciudades ajenas, asesinando a civiles y torturando a aquellos que osan oponérsele, como Navalny.

Su miserable cómplice, Lukashenko, el dictador de Bielorrusia, gana en ese pobre país, donde ha conseguido aniquilar la oposición implantando un frío terror.

Benjamin Netanyahu gana en Israel exterminando a esa otra raza de palestinos que discrepa de sus privilegios como pueblo escogido.

Gana Milei en Argentina anunciando la destrucción del Estado y logrando que los destruidos argentinos elijan lo menos malo como parecido a lo bueno.

Gana en Venezuela ese grotesco tirano que es Nicolás Maduro reclamando nuevos territorios a los que esquilmar.

Gana en Bruselas y en España Carles Puigdemont sin aportar un mínimo respeto a la ética política o a la Constitución.

Gana en Marruecos Mohamed VI, cuyo próximo y sibilino golpe se dirigirá sin duda contra Ceuta y Melilla.

Gana Díaz Canel en una Cuba donde no hay para comer, pero donde sus dirigentes son de los más ricos del mundo.

Gana Boris Johnson, ido de rositas tras vaciar el bar de Downing Street y la tradición europeísta de Gran Bretaña.

Gana en China Jinping, con las manos cada vez más libres para atacar a los libres ciudadanos de Taiwán.

Gana en Estados Unidos Donald Trump, cuyo impeachment a Joe Biden puede catapultarle de nuevo la presidencia de los Estados Unidos.

Gana Bin Salmán en Emiratos, sin que la descuartizada memoria del periodista Khashoggi haya servido para desenmascararlo.

Gana la televisión basura, ganan los pícaros, los traficantes de drogas y armas, los corruptos…

¡Feliz Navidad!

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