EL RINCÓN DE PENSAR

El PP y las fotos de los ‘colegas’

Los barones en Murcia y Andalucía van de la mano con el trasvase y la financiación, el primero ataca a Azcón y el segundo le excluye

David López

David López

No entiendo muy bien a qué están jugando algunos de los barones del PP con su compañero aragonés Jorge Azcón, que parece haber pasado en poco tiempo, al menos para ellos, de ser uno de los principales activos de Génova en España a ser el gran olvidado por algunos. Primero el minitrasvase a Cataluña, luego la infrafinanciación autonómica y ese frente común improvisado con la Castilla-La Mancha de Emiliano García Page, al que esta semana se le veía en su salsa en Fitur junto al andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, el valenciano Carlos Mazón y Fernando López Miras. Anda que no le habría gustado estar en ese corrillo al zaragozano, pero a la vista de la vergonzante conversación que tenían, hay fotos en las que es mejor no estar. «A mí ya están a punto prácticamente de extraditarme», decía el socialista hablando de los suyos. «No pasa nada, luego te dan la amnistía», respondía Mazón con guasa y sorna. Se suponía que esto de la lucha contra la amnistía era algo serio. Que, según el propio PP y Vox, está en peligro la democracia, la estabilidad de España y no sé qué más cosas en nuestras vidas. Eso sí, hoy todos a la llamada del jefe a Madrid. Esa es la foto buena.

Quizá no se hayan dado cuenta, pero el PP está en un momento complejo, ya que lo que suceda en Galicia puede llevar a la debacle definitiva de un líder como Alberto Núñez Feijóo, que dejó la presidencia de la Xunta para ser presidente de España y no lo ha logrado, y ahora mismo es el único de los líderes nacionales que puede perder algo en las urnas el 18F. Y en este tránsito en el que todos los sondeos dan una igualdad inédita en su feudo inexpugnable, la alternancia se lo puede llevar por delante con todo el equipo. Y a esa causa, defender la casa del jefe, no todos se están sumando con la misma fruición. A Azcón nadie le puede decir en Génova que no se ha entregado a esas fotos. Ni a esa ni a prácticamente todas las que ha convocado el gallego en su cruzada contra la amnistía. El aragonés ha incorporado a su discurso cotidiano ese mensaje como si no hubiera otro que entonar relacionado con Aragón. Quizá el trasvase, su rechazo a cualquier trasvase y venga de donde venga la petición. Esa es la foto que esperan de él quienes les dieron sus votos para gobernar la DGA. Y seguro que confían que en Fitur, entre lonchas de jamón, se lo recordó a Feijóo una y otra vez: el Ebro no se toca, ni un paso atrás.

Porque está claro que López Miras no se ha enterado, ni Moreno Bonilla (por muy mal que esté la situación en Andalucía, que a nadie le agrada, ni la de Cataluña). O que, aun sabiendo el brete en el que ponen a su colega aragonés, les importa un bledo y tiran hacia adelante. Sería más digerible que confrontaran entre ellos que el hecho de que estén ninguneando a Azcón, al que todo este lío del trasvase esta vez le ha pillado de vacaciones. Pero lo que también está claro es que Núñez Feijóo no está para atender a las peleas entre sus chicos, y eso de que decida papá si tengo yo razón o la tienes tú, con eso del trasvase, ni le ocupa ni le preocupa. Pero, ¿para qué lo pide Murcia? Si algo nos ha quedado a todos claro en este tiempo es que para defender a Cataluña no es. ¿Y por qué será? Si además a la vicepresidenta Teresa Ribera ni siquiera se lo reclamó López Miras cuando días antes estaba allí para sellar el acuerdo por el Mar Menor... Pero será casualidad, o no, no parece que estén contando mucho con el aragonés para seleccionar las batallas en las que sí podrían ir de la mano.

Viendo a los cuatro presidentes tan sueltitos en Fitur, a uno le viene a la cabeza cuando Aragón no solo estaba en esos frentes comunes por esto de la financiación, sino que además los lideraba. Esa alianza de años atrás en la que también estaba García Page y Núñez Feijóo por Galicia. Eso sí era desafiar a tu partido con seriedad, una de esas fotos que incomodan en Madrid. Ahora la «conjura de Fitur» –así se le ha bautizado– es otra cosa: se juntan para darse la pauta con un «vamos diciendo lo mismo, pero por separado», que indicó García Page a Mazón, López Miras y Moreno. Y luego el habitual «comemos un día» juntos, que es como la típica frase que alguien siempre dice para que conste que tiene iniciativa. Ese es el nivel. Mejor estar de vacaciones que en esa foto tan cutre.

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