Opinión | EL ARTÍCULO DEL DÍA

Rurales pero ¿seguros?

Entre las competencias que la ley establece para la Policía Local está la disuasión o prevención de actos delictivos

La política dictamina a qué se dedican los recursos y servidores públicos, estableciendo las respectivas prioridades. Un ejemplo de esto es la Policía Local de Zaragoza, cuyo número de efectivos está en máximos históricos desde la Expo de 2008. Por tanto, la primera decisión política es destinar más presupuesto municipal para que haya más personal de seguridad local, respecto a otros gobiernos del Ayuntamiento de Zaragoza. La segunda decisión política, y no menos trascendente, es decidir para qué se utilizan dichos efectivos.

Dentro de las competencias que la ley establece para la Policía Local, está la disuasión o prevención de actos delictivos, en colaboración con otras fuerzas de seguridad del Estado. Este apartado, el de la seguridad ciudadana, es el que considero imprescindible destacar. Es una obviedad afirmar que, si hay presencia policial continuada, es más complicado que un delito se lleve a cabo.

En el caso de los barrios rurales de Zaragoza nos encontramos con que el grupo especializado que está destinado a estos enclaves, es una unidad fantasma. En estos momentos no hay ningún agente operativo en la misma. Cabe recordar que en 2007 esta unidad tenía del orden de 50 agentes asignados, con presencia las 24 horas en los barrios rurales de Zaragoza. No solo es importante el número, sino también que era una unidad especializada, que conocía los barrios, los accesos a los mismos y la dispersión de las viviendas dentro de cada núcleo territorial. Se trataba, por tanto, de una unidad con experiencia, con el conocimiento necesario sobre el terreno, y con vehículos apropiados para circular por sus caminos.

En la actualidad, los efectivos que estaban adscritos a dicha unidad han desaparecido, pasando a engrosar otras diferentes de la Policía Local de Zaragoza. Este dato contrasta con el número de sanciones en nuestra capital por exceso de velocidad entre 2007 y 2023 que se ha visto multiplicado por 7, y no es porque en Zaragoza los conductores corran más, sino porque el número de efectivos que se destinan a controlar los excesos de aceleración han crecido exponencialmente.

Paralelamente, las hemerotecas se han llenado de sucesos delictivos en viviendas y empresas del término municipal de Zaragoza, pertenecientes a sus barrios rurales, en los que por cierto viven casi la misma cantidad de ciudadanos que residen en Teruel capital. Se podría decir que, en materia de seguridad ciudadana, quienes disfrutan de su vivienda o negocio en uno de los barrios rurales de Zaragoza, podrían sentirse abandonados, en un barrio de segunda, con derechos muy alejados de quienes residen en la ciudad consolidada.

¿Qué piensa acerca de esto el responsable político de Policía Local en el ayuntamiento de la ciudad? Ángel Lorén, consejero de Seguridad Ciudadana, debe tomar una decisión al respecto y decidir si quiere rescatar del olvido a estos ciudadanos de la Zaragoza rural, y le da vida a la unidad fantasma, o decreta su defunción eliminándola.

En mi opinión es necesario acometer un plan de reactivación de la Unidad de Barrios Rurales de la Policía Local, y con ello garantizar la seguridad común de todos los que vivimos en la más amplia Zaragoza.

Desde mi sindicato, UGT, con presencia y delegados en Policía Local, estamos más que preocupados. Nuestros representantes en dicho colectivo de seguridad ciudadana nos transmiten la inquietud por la posible desaparición de esta unidad tan útil como necesaria.

Por todo ello, con el objetivo de revitalizar la Unidad de Barrios Rurales de la Policía Local de Zaragoza, desde UGT vamos a solicitar reunirnos con todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Zaragoza, y con los alcaldes de barrios rurales, para compartir nuestra preocupación y buscar soluciones ante esta situación.

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