El Real Zaragoza no pierde pero tampoco gana. Así lleva seis partidos seguidos, algo inaudito, muy rara vez visto, condenado por su falta de gol o por su desacierto atrás, cuando no por las dos cosas. La vieja teoría de la manta corta, o la cabeza o los pies van a quedarse irremediablemente fríos. Volvió a sucederle en Málaga, donde otra vez se le adelantó el rival, esta vez por medio de Brandon, pero fue capaz de sumar otro punto, el décimo en diez jornadas. Ni pierde ni gana ni avanza en la clasificación.

Una historia que se repite por más que cambien los protagonistas. Ayer fue el turno de Álvaro Giménez tras su buena segunda parte frente al Huesca pero el punta sigue sin ver gol. Tampoco lo cantó Borja Sainz, que tuvo toda la segunda mitad. De repente fue Narváez el que apareció al rescate para marcar al filo del descanso en la ocasión menos clara, por la falta de ángulo con la que se quedó el colombiano delante de Dani.

Total, que el partido en La Rosaleda acabó igual que frente al Huesca y contra el Oviedo, y en Lugo, y frente a la Real Sociedad B y en Fuenlabrada. Con empate, con un puntito más que de momento saca al equipo del descenso pero que no va a llevarle muy lejos. De hecho la falta de victorias es lo que mantiene anclado al equipo de JIM en la zona baja de la tabla. Hace ya mes y medio que no gana y solo lo ha hecho una vez en esta temporada. Diez partidos, una victoria, siete empates y dos derrotas. La cifra es elevadísima para el momento de la temporada en el que se encuentra la competición. Siete empates son más de la mitad de los que ha conseguido en temporadas enteras. La pasada sumó 11, 12 en las tres anteriores, 14 en la 16-17. La cifra más alta en esta etapa negra en Segunda fueron 16 en el curso 2014-15. Terminar en tablas el 70% de los partidos disputados convierte a este Zaragoza en el rey absoluto del empate.

Poco gol

El gran problema sigue siendo el gol. La falta de gol, claro. Narváez se mantiene como el único delantero que ha anotado esta temporada (aunque Azón ha provocado los dos penaltis que ha anotado el equipo) y con el logrado ayer en La Rosaleda empata con Vada como pichichi del equipo con dos tantos. La efervescencia de partidos como el de Fuenlabrada o la Real Sociedad B, en los que el Zaragoza desperdició numerosas ocasiones, ha dejado paso a encuentros más normales y parejos en los que la producción ofensiva ha sido mucho más escasa.

Con solo seis goles anotados en diez partidos (0,6 de media por jornada), el Real Zaragoza es el equipo menos anotador de Segunda División, igualado con el Alcorcón (colista) y el Burgos, con un partido menos todavía. Solo un partido, el de la victoria en Alcorcón, hizo más de uno (1-2). Ese es el origen de todos los males del equipo que, además, tampoco es tan fiable atrás como quisiera. Después de dos jornadas seguidas sin recibir un gol, Cristian volvió a ser batido anoche en La Rosaleda.

El Real Zaragoza no pierde, pero tampoco gana. Punto a punto sigue manteniéndose a flote de aquellas maneras, pero desesperándose y desesperando a una afición que ya casi no recuerda la última alegría. El equipo de JIM es el rey del casi, del sí pero no. Ya son seis empates consecutivos, seis semanas seguidas coleccionando un punto detrás de otro. Aumentando la frustración del zaragocismo.