Real Zaragoza

Paciencia con Francho, competir sin Francho

El Real Zaragoza debe aprender a sobrevivir sin uno de sus pilares básicos, que estará fuera hasta bien entrado noviembre

Francho se agarra el escudo tras marcar en la primera jornada ante el Villarreal B en La Romareda.

Francho se agarra el escudo tras marcar en la primera jornada ante el Villarreal B en La Romareda. / ANGEL DE CASTRO

Santiago Valero

Al Real Zaragoza no le va a quedar más remedio que aprender a vivir sin Francho Serrano, un futbolista capital para Fran Escribá que cayó lesionado el pasado 10 de septiembre en Cartagena y que no estará disponible hasta bien entrado el mes de noviembre.

La rotura en el bíceps femoral de su pierna izquierda, la misma zona que el futbolista se dañó en marzo de 2022, ha afectado al tendón, lo que obliga a extremar las precauciones y tener cautela a la hora de establecer una posible fecha de vuelta. Cuando una rotura alcanza únicamente al músculo, el tiempo de recuperación que requiere oscila entre las tres y las cuatro semanas, pero el periodo se amplía hasta una horquilla de entre ocho y doce en función del grado de afectación del tendón si este está dañado. Pero el único objetivo es que la lesión cure y cicatrice bien y ya se están dando los pasos adecuados para ello. No hay retroceso ni complicación alguna. Simplemente, se trata de seguir las directrices que marcan este tipo de dolencias, cuyo periodo aproximado de recuperación está estimado en torno a los dos meses.

De este modo, Francho, que ya se ha perdido los encuentros disputados ante el Racing en La Romareda (1-1) y el del pasado lunes en Ferrol (1-0), tiene por delante varias semanas más de ausencia. En este periodo, el Zaragoza deberá acostumbrarse a la falta de, seguramente, el único futbolista de la plantilla que carece de un sustituto claro. Porque ningún otro jugador tiene el perfil de Francho, un coast to coast (en las dos áreas) y con un enorme despliegue físico y notable en la conducción. “Francho es distinto, un jugador que divide con balón, de los que ya no quedan”, ha resaltado Escribá en numerosas ocasiones.

En este sentido, el entrenador valenciano nunca ha ocultado que el canterano le sedujo nada más llegar al banquillo. “Me ganó mucho cuando llegué. Era suplente pero me ganó pronto y enseguida me empezó a gustar. Es un jugador imprescindible tanto de inicio como cuando no empieza en el once, como en Cartagena. Es fundamental, insisto, en este equipo y en el futuro próximo de este club porque representa todo lo que la entidad quiere. Con él habrá que tener más paciencia y confío en que empiece a entrar con el grupo después de la semana de tres partidos, aunque habrá que hacerle pruebas para ver el seguimiento de esa lesión”, admitió Escriba en una entrevista concedida la pasada semana a este diario.

De momento, las cosas no han ido bien sin Francho. Sin su recorrido y despliegue en el vértice lateral del rombo rebajan mucho sentido a un dibujo que ya no ha vuelto a ser utilizado por el técnico, que venía utilizando al aragonés a la derecha de Marc Aguado también en ese 4-4-2 en línea con el que el Zaragoza forma en defensa.

Pero al equipo le está costando acostumbrarse a vivir sin Francho, que se lesionó en el único encuentro que no había formado en la alineación inicial. Con él en el once, el conjunto blanquillo sumó pleno de triunfos en las cuatro primeras jornadas. Y también ganó en Cartagena, donde el zorro se lesionó en los últimos minutos de un partido en el que al Zaragoza le sonrió la fortuna (el Cartagena estrelló tres balones en el poste, se marcó un gol en propia puerta y un garrafal fallo del portero permitió a Mollejo sentenciar la contienda en el descuento). Pero la sensación de que algo no iba bien se confirmaría después con el empate en casa frente al Racing y, sobre todo, la derrota en Ferrol. Paciencia. No queda otra.