ZARAGOZEANDO
Bricolaje abierto a los vecinos
Harinera ZGZ tiene un taller abierto en el que cualquiera puede acudir a usar las herramientas del centro
¿Quién tiene en casa una fresadora? ¿Y una ingletadora? Si usted, lector, es uno de los afortunados, puede dejar de leer. Pero seguramente esté entre la gran mayoría de personas que alguna vez se han planteado hacer algún apaño en casa, o que quizá ha necesitado arreglar el tablero de una mesa, y ha acabado aparcando esta tarea por, entre otras cosas, no contar con las herramientas necesarias.
Sin embargo, esa ya no es una excusa válida. Desde hace ya cuatro años, Harinera ZGZ, en el barrio de San José, tiene a disposición de los vecinos de la ciudad un taller abierto y gratuito en el que, bajo la supervisión de dos personas con experiencia en el manejo de herramientas, uno puede acudir y servirse de todo tipo de cachivaches para hacer realidad sus ideas.
«Este es un equipamiento municipal y la idea es abrir el taller al barrio para que cualquiera pueda venir y utilizar las herramientas que aquí hay», explica Javier Roche, quien junto a Cristina Vázquez ejerce de supervisor, que no de guías. «Nosotros enseñamos a utilizar las herramientas», dice, pero su misión no es decir qué tienen que hacer los asistentes al taller ni hacerles las reparaciones pretendidas. «Nuestra misión es enseñar. Tiene que haber un acompañamiento porque hay herramientas que son complicadas o peligrosas de utilizar si no sabes como», explica.
El taller es gratuito para los usuarios y es parte del «retorno» que tanto Roche como Vázquez ofrecen a Harinera ZGZ a cambio de un espacio para trabajar en sus proyectos. Él es fotógrafo y «otras muchas cosas». Ella es cofundadora de La Dársena Estudio. Ambos cuentan con una plaza de residencia en las instalaciones de la Harinera.
«Viene todo tipo de gente, pero sobre todo son mujeres. Y más gente mayor que joven», comenta Roche mientras mira atentamente cómo un usuario del taller corta unas tablas con una sierra.
«Yo vengo desde que me enteré», comenta una señora. «En casa no podemos tener estas herramientas. Aquí venimos sobre todo a cortar. Me preparo las piezas a la medida y en casa ya lo acabo», explicaba. Con los retajos que manejaba entre las manos quiere hacer una casita de pájaros de adorno.
Entre los propósitos de los usuarios hay de todo: «Una mujer vino a tapizarse unas sillas hace poco. Otro vino para hacerse unos muebles para la furgoneta... o simplemente quieren reparar alguna cosilla para alargar la vida de los muebles», explica Vázquez.
El taller se celebra una vez al mes y cada sesión dura cuatro horas. «Antes lo hacíamos cada quince días pero eran dos horas cada vez, y a muchos no les daba tiempo a acabar sus cosas», cuenta Roche. En el espacio tienen también maderas y tornillos que han sobrado de otros proyectos y que también pueden usar los que acudan a utilizar las herramientas. Para acudir no es necesario inscribirse previamente.
Este proyecto durará por lo menos hasta abril, cuando a Roche y Vázquez se les acaba el periodo de residencia en Harinera ZGZ. «Ahora está abierta la convocatoria para solicitar una residencia». Pero mientras, hasta entonces, los vecinos de Zaragoza podrán seguir disfrutando de este servicio.
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