El Gobierno aragonés destinará 310.000 euros a la mejora del mantenimiento de los filtros de carbón activo instalados en las potabilizadoras de los núcleos de población afectados por la contaminación de las aguas del río Gállego por el pesticida lindano.

La actuación fue confirmada ayer por la directora del Instituto Aragonés del Agua (IAA), Inés Torralba, tras la firma de convenios para la prevención de la contaminación por lindano con los responsables de los municipios afectados Caldearenas, Ardisa, Biscarrués, Santa Eulalia, Piedratajada y Marracos.

La inversión, de la que se beneficiarán los 13 núcleos que se suministran a través de las referidas potabilizadoras, se deriva de las dificultades manifestadas por los afectados para hacer frente tanto a las exigencias técnicas del mantenimiento de los filtros de carbón activo como a su coste económico.

El proyecto de actuación prevé la ejecución de nueve actuaciones destinadas a mejorar el mantenimiento de los filtros en las instalaciones de potabilización de cada uno de los municipios.

Asimismo, se dará formación a los responsables municipales encargados de la explotación de las potabilizadoras, lo que permitirá reducir en un 90% el coste del mantenimiento diario de los filtros de carbón.

Según la directora del IAA, el propósito de este proyecto será "blindar" estos abastecimientos ante el riesgo de nuevos episodios de incremento de los niveles del agente contaminante en el río Gállego, y ofrecer agua potable a las poblaciones afectadas "con todas las garantías".

En su opinión, "con esta actuación se reducen los costes de explotación, existe un control y por tanto una mayor seguridad de que el abastecimiento va a estar protegido frente a este riesgo".

Entre las actuaciones a realizar prevé reforzar los filtros existentes con carbón activo granular y reponer el ya gastado, automatizar las instalaciones para simplificar el mantenimiento diario y llevar a cabo análisis de muestras para garantizar el correcto funcionamiento de estos mecanismos de filtración.

Además, se impartirá una serie de cursos de manipulación de aguas y de funcionamiento de potabilizadores, a fin de abaratar los costes una vez terminada la formación.

El plazo de ejecución de los trabajos es de tres meses, con el objetivo de que todo esté en funcionamiento a lo largo del próximo mes de octubre.

Los convenios suscritos recogen, asimismo, el compromiso del Gobierno aragonés de estudiar soluciones para llevar a cabo abastecimientos alternativos a la captación de caudales del Gállego. Esta fue una de las primeras reivindicaciones planteadas desde todos los municipios afectados.