Una comisión judicial acompañada de un fuerte dispositivo policial entró ayer en la vivienda de una familia pakistaní en un desahucio que contó con la protesta de la plataforma que reclama la dación en pago. La familia, formada por los padres y tres hijos menores, habían abandonado la vivienda, situada en el número 3 de la plaza de la Merced, encontró acomodo en casa de unos familiares. Al parecer, la vivienda se usaba como piso patera (por 1.500 euros al mes) y su responsable obtenía pingües beneficios de los inquilinos que luego remitía a Pakistán, adonde recientemente hizo un envío de 80.000 euros.

Un portavoz de la plataforma, Antonio Catalán, explicó que tuvieron conocimiento del caso porque acudieron a Cáritas a pedir ayuda para encontrar un piso. La plataforma, que se constituyó en la tarde del martes para atender específicamente esta situación, se dirigió al juzgado a pedir que se aplazase el desahucio hasta que terminara el curso escolar y a la entidad de ahorro para que admitiese la dación en pago.

En este sentido Catalán señaló que si la vivienda se compró hace tres años con una tasación de la caja de ahorros de 160.000 euros, el crédito fue de 126.000 con pagos de unos 700 mensuales por una vivienda cuyo valor sería la mitad del préstamo. Una deuda que por los intereses y demoras irá subiendo y está prácticamente sin pagar, ya que los 24.000 euros abonados hasta la fecha son prácticamente intereses. En cualquier caso se trata de evitar que esta familia siga con la deuda toda la vida. En cualquier caso alguno de los concentrados consideró que la situación concreta de esta familia tiene algunos elementos con connotaciones culturales que les habrían llevado a una situación de dejación en todo el proceso. Al parecer hubo negociaciones con la entidad tras los primeros impagos.