El Ayuntamiento de Zaragoza se va a lanzar en los próximos meses a acotar la instalación de vallas de grandes dimensiones en la ciudad --de 24 metros cuadrados--, y empezarán por las cerca de 1.500 que hay en suelos privados, ya que la única exigencia que se le requiere es obtener licencia urbanística por unos 200 euros por cuatro años.

Aunque se desconoce si todas la tienen y, por otro lado, el Gobierno municipal considera que es insuficiente para evitar una expansión de las mismas. Por eso ya trabaja en un borrador de ordenanza que regule su colocación, una norma que podría abocar a muchas a desaparecer.

La teniente de alcalde de Servicios Públicos, Carmen Dueso, explicó en la comisión celebrada ayer que hay casi siete veces más que las que empresas como Clear Channel (del servicio Bizi), JC Decaux (unidas a la conservación del mobiliario) y Cemusa tienen. Unas 220 en total, que estas concesionarias usan, además, para rebajar los costes para las arcas públicas. Un agravio que coincide con el próximo concurso público del mobiliario urbano.