En ese ciclón devastador llamado crisis económica hay muchos sectores que, por mínimos que sean, también han sido arrastrados. Los numerosos recortes en educación, la subida de los criterios a la hora de acceder a las becas y las subidas de las tasas universitarias han derivado en un descenso del número de jóvenes matriculados y, por consiguiente, en una reducción del alquiler de pisos a estudiantes en Zaragoza, que se estima en torno a un 10%, según las fuentes consultadas en esta materia.

Aunque en el primer año de carrera la opción de los colegios mayores mantiene su tirón entre los jóvenes, el alojamiento en pisos sigue siendo lo más económico. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Y lo que antes era un mercado pleno de oferta y demanda, ahora se ha convertido en un oasis donde la oferta está muy por encima de la demanda. "Yo tengo dos viviendas en alquiler y para este curso tan solo he conseguido completar una. Para la otra, he recibido alguna llamada, pero todavía está vacía y no sé si llegará a completarse, porque otros años para estas fechas ya tenía todo cubierto", dice Alfonso Esquina, arredantario con más de cuatro años de experiencia en el sector del alquiler.

Ni siquiera importa la zona y la ubicación. Y es que el descenso de alquiler de pisos a estudiantes afecta a todos los barrios de Zaragoza. Estén cerca de los campus o no. "Yo he llegado a apalabrar el piso de año en año con los mismos estudiantes o con algún amigo suyo y ahora eso es imposible. Antes era algo cómodo, fácil y todo venía rodado cuando finalizada el curso. ¿Ahora? Me las estoy viendo y deseando para poder alquilarlo. La bajada de estudiantes se nota muchísimo este curso", cuenta Sara Comín, cuyo piso en el Actur todavía esta desocupado.

Con el aumento de oferta, quienes también han tenido que cambiar sus hábitos son los propietarios de los pisos, obligados a bajar sus tarifas para no perder 'clientes', así como a negociar la inclusión de más estudiantes en su vivienda para cerrar el trato.

ADAPTACIÓN AL MERCADO

La media de esa reducción de tarifas está entre los 100 euros y los 150 euros y, en algunos casos, el precio ha bajado más de 200 euros. En este sentido, la tarifa media actual de un piso alquilado a tres o cuatro estudiantes en Zaragoza se encuentra entre los 450 euros y los 500 euros. "Yo he llegado a tenerlo por 700 euros al mes y ahora lo tengo por 500. Al final, siempre es un dinero que viene bien y no lo ves como una pérdida, porque la situación es la que es y si no se puede, no se puede. Hay que adaptarse a las exigencias del mercado", explica José Antonio Monforte, que lleva seis años alquilando un piso de la calle Ávila y confirma que cada vez es "mucho más difícil" encontrar gente.

"En el 2011 lo teníamos por 530 euros al mes y este año ha sido la primera vez que hemos tenido que bajar dos veces de precio hasta dejarlo en 459 para poder conseguir estudiantes. No todas las experiencias han sido buenas, porque he tenido gente que se ha llevado cosas del piso y eso te quita las ganas, pero en los tiempos que estamos es mejor alquilar que vender. La reducción es considerable y si encima hay menos estudiantes, lo lógico es que todas las partes lleguemos a un punto común, aunque tengamos que pedir menos dinero", relata Ana Abril, quien desde que se trasladó a vivir a Madrid, hace 23 años, alquila su piso en Baltasar Gracián.

Chema Castillo, por su parte, se estrena este curso como arrendatario y acaba de finalizar la remodelación de su piso en la plaza San Francisco: "Me he informado y me dicen que la cosa ha bajado mucho, así que no voy a pedir algo desorbitado. Hay quien abusa y pide precios altos por pisos en malas condiciones".

El cambio de tónica también se ha dejado notar en las inmobiliarias, donde han recibido menos solicitudes al respecto. "En agosto, la gente ya había venido a mirar y a preguntar por el alquiler de pisos a estudiantes, pero ahora diría que tenemos un 30% menos de peticiones", explica Rosa Sánchez, de Fincas Sánchez. "Ahora estamos hablando de un 10% menos de alquileres, pero si esto sigue así, la cifra irá en aumento y todos iremos detrás", sentencia un particular.