Una senda de hormigas conducía hacia el lugar. Era como buscar las miguitas del cuento, pero a lo grande y pleno Tubo de Zaragoza. Allí se inauguraba este mismo jueves El hormiguero Azul, un restaurante que ha ocupado toda una casa de la calle Estébanes, transformándola en un paraíso gastronómico y en un espacio lleno de arte. Un espacio donde Álex Casorrán, gerente del lugar, ha querido recuperar los orígenes de su familia en la hostelería (en el restaurante El Ancla, en Don Jaime). Allí, sus padres (Pascual y Nati) hicieron de recetas como los mejillones a la cerveza todo un sello de la casa. Una receta que también forma parte de este nuevo y sabroso hormiguero zaragozano y que se lució en su inauguración con fiesta.

Al sarao acudieron muchos amigos del lugar, incluyendo al interiorista Javier Soldevilla, que ya tiene en Zaragoza su segunda casa, y al escultor aragonés José Azul. Suyas son las hormigas de la fachada que serán símbolo del espacio... De ahí el apellido de este hormiguero, que tiene mucho de "azul".

No faltaron hosteleros de la zona, dispuestos a brindar por este Tubo que suma y sigue. Entre ellos, Miguel Ángel Almau, de Bodegas Almau, Dora Gracia, de Doña Casta, Cristian Yáñez, de la recién inaugurada y vecina Ternasca... La guinda fue un mix de invitados: desde Ramón Mondéjar y Marcos Juez, de las Hermanas Posexas, al actor Jesús Jiménez, pasando por la organizadora de cosas varias (colaboradora en esta fiesta) Begoña Abad, de Skándalo (moda y eventos), o Raquel Carranza, que hace tres años se proclamó Miss Facebook Universo.

El resto fue comer y brindar por la idea y por los caminos que comienzan. Que si unos mejillones, que si unas cigalitas... El Tubo zaragozano sigue de enhorabuena.