La salud mental será sometida a una profunda transformación durante esta legislatura. Al menos, a eso se comprometió ayer el consejero Sebastián Celaya, que anunció cambios en el Consejo Asesor, la redacción de un plan de salud mental y, como ya avanzó este diario, la renuncia definitiva a centralizar las unidades de los barrios, como pretendía el anterior Gobierno.

En respuesta a una pregunta formulada en el pleno de las Cortes por la diputada de IU, Patricia Luquin, Celaya aseguró que es "fundamental" que estos enfermos estén cerca de su lugar de residencia.

E Consejo Asesor de Salud mental, que desde que fue reformado por el anterior Gobierno no se ha llegado a reunir, se modificará con el ánimo de que sea "de verdad el órgano de participación que los profesionales del sector reclaman".

A su vez, el departamento prepara un nuevo Plan de Salud Mental 2015-2020 que tiene como objetivos asegurar los recursos públicos suficientes para atender a los pacientes agudos, incorporarlos a la vida laboral y social evitando así su estigmatización, desarrollar una red estable de centros de reinserción y rehabilitación con el apoyo de entidades sin ánimo de lucro y un programa de atención precoz.

IU mostró su satisfacción ante el compromiso de Celaya. "El traslado de los centros a Valdespartera y la modificación del Consejo fueron medidas que Oliván adoptó sin contar con el respaldo de la ciudadanía, al contrario, lo hizo ignorando el contundente rechazo de los profesionales, asociaciones, familias y usuarios", indicó Luquin, que cargó contra la política aplicada por el consejero popular "por atentar contra los principios de accesibilidad, equidad, eficiencia y continuidad asistencial".