La lucha contra el suicidio en Aragón: 9 menores de 29 años se quitaron la vida en el primer semestre de 2022

Quiero desaparecer, Habla, Es un mal momento no una mala vida o No quiero morir solo dejar de sufrir. Estas son algunas de las frases que aparecen en el vídeo que protagoniza la rapera de Zaragoza Chata Flores, y que ya ha tenido más de 110.000 visualizaciones desde que el 21 de diciembre se empezara a difundir en redes sociales. La iniciativa tiene como objetivo luchar contra el suicidio entre los jóvenes, que ofrece unas cifras preocupantes y al alza en los últimos años. En Aragón se consuma, de media, un suicidio cada 3 días. Es la primera causa de muerte en los grupos de edad de 25 a 34 años y la segunda entre 15 a 25. En el año 2020, se quitaron la vida 12 aragoneses de menos de 29 años (uno tenía menos de 15); un año después fueron 14 (uno también menor de 15); mientras que solo en el primer trimestre del 2022 hubo 9. A nivel nacional, los datos tampoco son nada halagüeños; y según el Instituto nacional de Estadística, en 2021 se registró un aumento del 63% en suicidios de menores de 15 años.

Para intentar frenar esta lacra Chata Flores ha puesto su voz y su rap en el vídeo Hablar del su1c1d10 puede cambiar tu POV (Punto de vista), destinado al público adolescente y en el que se anima a aquellos que tengan ideas suicidas a expresar sus sentimientos y a buscar ayuda. La canción lleva por título Renacer y la escribió la zaragozana “en un momento muy bajo de mi vida” y habla de que después de un mal momento hay siempre “un sitio y un lugar mejor para todo”, ha explicado la cantante y solo “hay que pasar el mal trago”, ha dicho antes de hacer hincapié en que “si puedo ayudar en algo…” Es por eso que ha asegurado que la grabación le ha implicado “remover” muchas cosas pero “siempre para mejor” porque “visto con perspectiva todo se ve mejor. Ha sido turbio pero bien”.

Esta iniciativa, realizada por el IIS Aragón y patrocinada por Janssen, se alinea con la Estrategia de Prevención del Suicidio de Aragón, puesta en marcha en 2020 por el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, han asegurado en la presentación, en la que han estado presentes José María Abad, director general de Asistencia Sanitaria; Óscar López, director ejecutivo del IIS Aragón; e Isabel Irigoyen, coordinadora de la Estrategia, quien ha manifestado que el objetivo es

Música, imagen y texto para "detectar, hablar y ayudar"

El vídeo une tres factores, música, imagen y texto e impulsa tres ideas, “poder detectar, hablar y ayudar” haciendo ver que la vida “puede cambiar después de un mal momento”, ha dicho Irigoyen, quien ha querido hacer hincapié en el que el suicidio es consecuencia de un sufrimiento psíquico que se puede prevenir. En Aragón, en 2021, último año del que hay estadísticas se suicidaron 114 personas y en España “por primera vez se dieron más de 4.000”. Por primera vez se saltó la barrera de las mil mujeres, una tendencia creciente quizá porque “vivimos en una cultura estaba penalizada las emociones en los hombres”. Además, Irigoyen ha querido hacer hincapié en el incremento también en las personas migrantes; ya que en 2020, el 13% de la población había nacido en otro país mientras que fue el 16% de los suicidios correspondía a migrantes.

La responsable de la Estrategia contra el Suicidio ha explicado que existen mitos que hay que desterrar, como que quien habla de suicidio no lo va a llevar a cabo o que no hay avisos, sin embargo, ha asegurado que “9 de cada diez lo hacen”.

Por su parte, José María Abad, director general de Asistencia Sanitaria, ha hecho hincapié en que esta campaña servirá para activar también en el entorno si existe un riesgo, y en la necesidad de hablar y de mostrar apoyo. Además ha incidido en que la pandemia ha influido en la salud mental de la población y el vídeo de Chata Flores puede servir para “evitar esa línea ascendiente”, ya que no se trata de un problema solo sanitario sino que “hay que implicar a toda la población”, ya que va unido a “la falta de expectativas económicas, sociales, emocionales… y a la desigualdad”

En cuanto a las señales que puede ver el entorno, Irigoyen ha señalado que las hay verbales y no expresadas; entre las primeras están declaraciones como que “la vida es un asco” y entre las segundas, cuando alguien está aislado o irritable; pero también indirectas como cuando alguien deja las claves del correo o de la cuenta bancaria a otro o realiza una celebración sin motivo ninguno.

Ante eso, aunque cada grupo de edad lo puede manifestar de diferente manera, “lo mejor es preguntar a alguien si está bien y nombrar la palabra suicidio y muerte” que no tiene que convertirse en un tabú. 

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