Cambios de domicilio mercantil

Aragón pierde 67 empresas por el efecto ‘aspiradora’ de Madrid

La comunidad registra un saldo negativo en 2022 pero ha ganado 130 compañías desde el año 2015. El flujo es poco significativo ya que en volumen de negocio supone la resta de 89 millones de euros

Aragón pierde 67 empresas por el efecto ‘aspiradora’ de Madrid.

Aragón pierde 67 empresas por el efecto ‘aspiradora’ de Madrid. / """""""Jesús Hellín """""""

El trasiego de empresas en el territorio español penalizó el pasado año a Aragón. La comunidad registró en 2022 un saldo negativo de 67 compañías, siendo así la más perjudicada por los cambios de domicilio social. Solo Cataluña tuvo un peor comportamiento, con 218 menos, y volvió a ser la gran damnificada, como viene siendo habitual desde que la deriva independentista en 2017 provocó una fuga considerable de negocios. En el lado contrario se sitúa Madrid, que ejerce un efecto aspiradora sobre la mayoría de las sociedades mercantiles que deciden llevarse su sede de Zaragoza, Huesca y Teruel. No obstante, el flujo es poco significativo en términos de volumen de negocio y el balance de los últimos años, desde 2015, es incluso positivo: 130 a favor del lado aragonés.

Los datos vienen recogidos en el Estudio sobre Cambios de Domicilio de 2022, publicado recientemente por la consultora Informa D&B, filial de Cesce. El informe contabiliza un déficit de empresas para Aragón por los traslados de sedes empresariales tres veces mayor al que detecta en el mismo periodo el Colegio de Registradores de España, cuyos resultados apuntan a que fueron 24 compañías más las que hicieron las maletas el pasado año en la comunidad que las que desembarcaron en esta tierra.

Lo cierto es que el ritmo de la mudanzas que ha sufrido Aragón se ha disparado. En 2022 dieron este paso 213 empresas radicadas en la comunidad, un 50% más que en 2021, cuando fueron 142. Este fuerte incremento no se ve compensado por las compañías que ha llegado de fuera, que el año pasado fueron 146, seis menos que el ejercicio precedente (152).

El 60% de los negocios que deciden dejar la comunidad se instalan en la capital de España

Estos datos revivan el debate sobre la diferente política de impuestos que aplican cada autonomía, con acusaciones de competencia desleal hacia Madrid por aplicar una baja fiscalidad.

Sea como fuere, tanto el Gobierno de Aragóncomo la patronal CEOE restan gravedad a estos malos resultados por las limitadas implicaciones que tienen los cambios de domicilios a efectos económicos. Aunque desde el lado empresarial ponen peros. Creen que esta tendencia denota que «algo está fallando» y denota una «pérdida de músculo empresarial», algo que achacan a los impuestos: «no somos competitivos fiscalmente, hay que hacer algo más para serlo».

La fuga catalana

Si algo dejan claro los datos es que la Comunidad de Madrid es, desde hace años, el principal destino de las empresas que han decidido llevarse su sede en Aragón, atraídas principalmente por la menor carga fiscal de la que hace bandera la región central. La tendencia se ha intensificado de forma notable en 2022. Un total de 129 empresas ubicadas en la comunidad emprendieron rumbo a la capital española, una cifra que duplica la registrada en 2021 (62). La inclinación por la gran metrópoli nacional es patente, ya que el 60% de las 213 firmas que se marcharon de la tierra lo hicieron a ese destino.

Otra de las conclusiones que se extrae del informe es que la oleada de empresas catalanas que vienen a Aragón, provocada por principalmente por la incertidumbre generada por el procés, se ha deshinchado. El pasado año fueron 45 sociedades mercantiles de la comunidad vecina las que trasladaron su sede social a la tierra de Goya y Buñuel, tan solo nueve más respecto a las 36 que lo hicieron en sentido opuesto. En los años anteriores este saldo en favor de la parte aragonesa era mucho más abultado. En 2021, por ejemplo, fueron 59 las que vinieron de la región mediterránea y 38 la que se fueron para allí.

En los últimos ocho años han sido más de 600 compañías catalanas –en concreto, 636– se han mudado a Aragón, mientras que el camino contrario lo han emprendido algo más de 200 sociedades.

En los últimos ocho años han llegado 636 firmas desde Cataluña, pero el trasvase ha perdido fuelle

Tras Madrid y Cataluña, los otros destinos más elegidos por las firmas que se marcharon de Aragón fueron la Comunidad Valenciana (15), Andalucía (11), Navarra (5), País Vasco y Castilla y León (ambas con 3), Castilla-La Mancha, Galicia y Canarias (dos a cada región).

En cuanto al origen de las empresas que vinieron a Aragón, Madrid ocupó el primer puesto, con 53, seguida de Cataluña (45), Comunidad Valenciana (16), Andalucía (13), Murcia (4) y País Vasco (4), entre otras.

Si se tienen en cuenta las ventas de las empresas que migran, Aragón registró un saldo negativo de 89, siendo en este escaso la sexta autonomía peor parada tras Andalucía (-1.037), Cataluña (-693), Castilla-La Mancha (-469), Galicia (-465) y Madrid (-429). Las más beneficiadas son País Vasco (gana 2.280 millones) y Asturias (1.115). En concreto, de la comunidad se fugaron 117 millones de euros de volumen negocio en 2022, de los que la mayor parte se fueron a Cataluña (66), Madrid (35) y Castilla-La Mancha (8). Esta cifra se compensó parcialmente con la llegada de 28 millones, que vieron principalmente de Cataluña (12), Murcia (12) y Madrid (4).

Además de Aragón y Cataluña, también perdieron más compañías de las que ganan Castilla y León (-59), Navarra (-53), Castilla-La Mancha (-38) o País Vasco (-18). En el lado contrario, Madrid acogió 332 empresas más durante el ejercicio, seguida de Valencia (40), Andalucía (34), Murcia (28), Baleares (18) y Asturias (16).

CEOE achaca el mal dato a la «baja competitividad fiscal»

«No es bueno, pero no es grave», concluye José María García, jefe de Estudios de la CEOE_Aragón, al valorar el saldo negativo de la comunidad en los cambios de sede. «Con las condiciones que tenemos deberíamos ser un lugar que netamente atrajera empresas», señalan en alusión a las ventajas de la región en cuanto a suelo, capital humano, calidad de vida, estabilidad instituciones, paz social o ubicación. El punto «débil», apunta, es «el trato fiscal», algo en lo que anima a «copiar a los que mejor lo hacen» poniendo a Madrid como ejemplo.

Desde el Departamento de Economía del Ejecutivo autonómico quitan hierro al asunto e inciden en que el traslado de domicilio social no supone llevarse la sede física o el centro productivo y, por lo tanto, «no significa tampoco el traslado de la riqueza y los empleos que producen en el territorio». Destacan que estos malos datos se ven contrarrestados por otros muchos, como las «cifras récord» de exportaciones y de ventas de suelo logístico e industrial, y el número de afiliados a la Seguridad Social, que se sitúa en su nivel más alto en 15 años. 

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