Las dudas de Bruselas sobre Canal Roya

Bruselas tiene dudas y preguntas sobre la viabilidad del proyecto de unión de estaciones por Canal Roya y sobre si es pertinente para Aragón. El telecabina de 4,3 kilómetros que uniría los complejos de Astún y Formigal deja cuestiones por resolver entre los mandatarios europeos ante las denuncias de los colectivos ecologistas y la movilización social de los últimos meses. Así se extrae de un cuestionario que la Comisión Europea ha remitido al Ministerio de Industria donde se pregunta, entre otras cosas, por la conveniencia de destinar el 82% de los fondos recibidos por la comunidad en cuanto a planes de sostenibilidad turística a un solo sector económico (el esquí) en los Pirineos.

Sin embargo, más allá de las preguntas, la Comisión Europea llama a tener en cuenta una revisión del impacto medioambiental que la unión de estaciones por Canal Roya supondría. «Debido al cambio climático, lo esperado es que las estaciones de esquí dependan cada vez más de la nieve artificial, lo que directamente afectará a las reservas de agua. Una mayor afluencia de esquiadores podría suponer un gasto de agua mayor ante la necesidad de fabricar nieve artificial y también por el incremento de la demanda de agua de los servicios que necesitarán los visitantes, que serán más. Por favor, consideren que esto podría perjudicar la buena conservación de las reservas de agua, incluyendo tanto el agua superficial como la subterránea, y no solo durante la fase de construcción sino también de la de explotación», expresa la Comisión Europea en la carta.

Plantean también que el proyecto incrementará el número de esquiadores en el Pirineo aragonés. «Esto probablemente aumentará el transporte en carretera, lo que afectará negativamente y directamente al cumplimiento del objetivo de reducir los gases de efecto invernadero», continúan desde Bruselas. Para terminar, el documento recoge que el telecabina se construiría «entre varios espacios catalogados dentro de la red Natura 2000, además de la declaración del Departamento de Vertebración del Territorio de la DGA como de impacto severo en el medio ambiente y el paisaje. La construcción de este proyecto parece contradecir el objetivo de proteger y recuperar la biodiversidad y los ecosistemas establecido dentro del principio de no causar perjuicio significativo al medioambiente. Para asegurarnos del cumplimiento de estos objetivos necesitamos más información ante la posibilidad de que el proyecto vaya en detrimento de la conservación de los ecosistemas y las especies. 

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Hasta aquí se manifiestan las dudas más serias de la Comisión Europea (CE), aunque antes de alcanzar este punto del cuestionario la CE pide más información sobre otras cuestiones, como un calendario aproximado de ejecución del proyecto para demostrar que podrá estar acabado a tiempo. Sobre este asunto, la Comisión Europea piensa que «debería estar acabado en agosto de 2026 y este objetivo parece ambicioso dada la complejidad y el estado actual de desarrollo del proyecto».

Recuerda la CE que las inversiones estaban pensadas para «restaurar el medio ambiente, gestionar el uso público de las áreas naturales, la implementación de sistemas de turismo con certificaciones de calidad, la puesta en marcha de medidas de economía circular en los servicios públicos y la construcción de redes ciclables y andadores en las zonas rurales». Sobre esto, Bruselas pregunta: «¿Podrían por favor explicar cómo este proyecto de la unión de estaciones contribuirá a conseguir estos objetivos? No está claro que, aunque los telecabinas que se adquieran sean 100% eléctricos, el proyecto contribuya a lograr los objetivos para conseguir una transición verde dado su impacto en el medio ambiente».

Reducción de gases de efecto invernadero

También manifiesta sus dudas Bruselas sobre la eficiencia energética y el verdadero ahorro de emisiones contaminantes. Pide la CE más información sobre la previsión de reducción de gases de efecto invernadero por instalar el telecabina y pregunta sobre cuántos viajes se hacen cada día entre Astún y Formigal en la actualidad. 

Además, Bruselas pide «más detalles» sobre el objetivo del proyecto e pregunta por el punto en el que se encuentra la declaración de impacto ambiental, para terminar añadiendo: «Por favor, tengan en cuenta que la declaración de impacto ambiental debe incluir cuestiones concretas que se especifican en el artículo 6(3) de la Directiva de los Hábitats. Considerad también los posibles efectos acumulativos que otros proyectos pueden generar en la zona (más allá de la instalación del telecabina)».

Señala también la CE que se espera que el proyecto atraiga más esquiadores a esta zona, lo que probablemente incrementará el transporte por carretera. Ante esto, Bruselas pregunta: «¿Se ha tenido esto en cuenta cuando se ha estimado la reducción de gases de efecto invernadero que logrará el telecabina?».

Estas preguntas se recogen en una carta remitida al ministerio el pasado 20 de abril, que fue posteriormente trasladada al Gobierno de Aragón y donde se pregunta también por los proyectos de Montanuy, la telecabina de Benasque o el telesilla entre Astún y Candanchú, la Comisión Europea reclama más información sobre "cómo el proyecto contribuiría al objetivo de fortalecer el medio ambiente y a la sostenibilidad socioeconómica del territorio". Diversas fuentes consultadas coinciden en que este es un proceder habitual de la Comisión.

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