LA SITUACIÓN DE LA CUENCA

Los embalses de la cuenca del Ebro están al 49% de capacidad

Las precipitaciones del pasado mes no mejoran la situación general de los pantanos / Desde la CHE llaman a adoptar «medidas de concienciación y ahorro» de agua

El embalse de Yesa, el pasado fin de semana.

El embalse de Yesa, el pasado fin de semana. / CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL EBRO

El Periódico de Aragón

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El volumen de agua embalsada en los pantanos de la cuenca del Ebro se sitúa en el 49 % de su capacidad, con 3.875 hectómetros cúbicos de los 7.961 que pueden albergar en su totalidad, tras ganar un 0,4 % en la última semana (8 hm3).

Según los datos hechos públicos por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en la misma semana del año pasado la situación era de 5.881 hectómetros cúbicos, correspondientes al 74 % de la capacidad total, mientras que el promedio de los últimos cinco años (2018-2022) se sitúa en el 81 % con 6.420 hm3.

La reserva de agua embalsada no supera la reserva promedio de los últimos cinco años y se encuentra también por debajo de la cifra del pasado año y de la del mínimo, que se produjo en el año 2022 con 5.881 hm³ y el 75 % de la capacidad total.

En la margen derecha el volumen de los embalses se sitúa en el 57 %, con 389 hectómetros cúbicos, por debajo del registrado en 2022, que fue de 530 hectómetros cúbicos y el 78 %.

Tampoco superan el promedio de los últimos cinco años, que se sitúa en 472 hm3 y el 70 % de la capacidad, pero sí el mínimo del último quinquenio, que se registró en 2018, con 355 hm3 y el 52 % de la capacidad total de almacenamiento. La energía hidroeléctrica potencial en esta fecha es de 1.936 GWh, lo que representa el 42 % de la capacidad máxima de la cuenca.

Desde la confederación hidrográfica citan que las precipitaciones de la última semana de mayo «han mejorado» frente a lo registrado en los meses de marzo y abril, pero siguen «por debajo de la media». Una leve mejoría que no sirve para compensar este desastroso año hidrológico. «Prácticamente toda la cuenca se encuentra en sequía», certifican desde el órgano de gestión, que fija el problema en la «escasez de aportaciones» que las precipitaciones han ofrecido durante todo el año.

La propia CHE afronta, además, el impacto que puede tener para la economía, el abastecimiento y la sociedad la escasez de agua que afrontan los embalses de la comunidad.

El abastecimiento, que es la medida que siempre está asegurada, cuenta con «una situación robusta» en todos aquellos núcleos de más de 20.000 habitantes, por lo que se puede considerar «garantizado». Pese a ello, desde la confederación recomiendan «adoptar medidas de concienciación y ahorro».

"Las últimas lluvias proporcionan cierto alivio hay pequeños núcleos que tienen problemas de abastecimiento y las diputaciones provinciales y otras instituciones están apoyando con el suministro mediante cisternas», insisten. La complicada situación de la mayoría de los embalses hace que se encuentren dentro de un régimen de vigilancia espacial, por las condiciones de estos pantanos.

En el apartado económico, la CHE hace referencia a que «todos los regadíos han tenido que intensificar las restricciones», una acción que se ha realizado para «intentar salvar los cultivos de cereales de invierno y la supervivencia de los árboles frutales». Añaden que los usos recreativos pueden tener «una campaña muy problemática y con mucha inquietud, incluyendo la suspensión de algunas actividades».