EL FUNERAL DE UNA PERSONALIDAD ARAGONESA

Hasta siempre, Emilio

Más de 200 personas acuden al funeral del histórico hostelero y comunista zaragozano, alma de Casa Emilio, la guarida de la vida cultural y social durante los estertores del franquismo que nunca perdió su esencia

M. C. L.

A la imagen de sus 78 años sobre el mundo, no podía ser el de Emilio Lacambra un funeral al uso. Por eso ha transcurrido como su vida, entre poemas, canciones revolucionarias y la "alegría de vivir" que le han brindado este sábado los más de 200 camaradas, amigos y compañeros de profesión que se han acercado a brindarle el último adiós al histórico hostelero y militante comunista zaragozano. Aunque más que un adiós, ha sido un hasta siempre, a veces para el "camarada" y otras para el "amigo", según quien lo pronunciase, pero en todas las bocas plagado de un cariño desbordado.

Un abarrotado auditorio en el cementerio de Torrero ha despedido así a una de las figuras más relevantes de la vida social y cultural aragonesa en un acto que ha contado con la asistencia de destacadas personalidades de la izquierda aragonesa y del mundo de la restauración. De Lacambra ha dicho Adolfo Burriel, el histórico dirigente de Izquierda Unida, que fue "más que un amigo, más que un compañero y mucho más que un camarada". "Fue un creador de sueños y un apóstol de la cultura, y esa era la parte que solo conocíamos de Emilio, pues era mucho más", ha apuntado un Burriel emocionado, en recuerdo de los tiempos en los que Casa Emilio fue hogar de las reuniones clandestinas durante los estertores del franquismo y donde nombres como Eloy Fernández Clemente, José Antonio Labordeta, Emilio Gastón y otros tantos precursores de la democracia.

Pero Lacambra tuvo siempre claras sus filiaciones políticas, las comunistas, aunque ni mucho menos le impidió construir un hogar propicio para el pacto y el consenso, tanto en su restaurante como en su vida. Alberto Cubero, el secretario general del PCE Aragón, ha destacado que Casa Emilio fue "la guarida" de la vida cultural del país incluso en los negros tiempos del franquismo. "En su restaurante, mirabas a una mesa y estaban los del PSA. En la otra, los del PAR. A la izquierda, los comunistas, y un poco más allá, incluso los de Alianza Popular. Era así porque Emilio fue artífice de esta tierra de pactos que es Aragón", ha dicho Cubero. "Era un comunista extraordinario por su enorme compromiso. Y el mejor comensal para esas tertulias que ahora quedan inacabadas", ha concluido.

Así, del mismo modo que su talante "generoso y solidario" la valió por miles de amistades durante su vida, otras tantas muestras de cariño y afecto se han sucedido durante dos días en el velatorio y este sábado en el funeral. Entre abrazos y alguna que otra risa se han sucedido los discursos de José Luis Izuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, que ha hecho referencia a ese "Emilio hostelero" con el que compartió junta directiva en Horeca, y de miembros de asociaciones vecinales. Incluso se ha recordado "la vez en la que Emilio, a las puertas de la muerte, fue a votar en camilla", símbolo de su compromiso.

Con la Elegía a Ramón Sijé, quizás los versos más expresivos ante la muerte de Miguel Hernández, concluyó el acto su amigo y actor Eduardo González, tras el que Emilio Lacambra será incinerado.