PP-VOX ARAGÓN

PP y Vox firman el primer Gobierno de coalición de derechas en Aragón

El acuerdo contiene 80 puntos y recoge de forma expresa la lucha contra la violencia machista

Azcón no estuvo en el acto que dice adiós a la ley de Memoria Democrática y no nombra el trasvase 

Ana Alós y Alejandro Nolasco firman el acuerdo este viernes este viernes

Ana Alós y Alejandro Nolasco firman el acuerdo este viernes este viernes / Andreea Vornicu

Quedan por desvelar todavía las áreas del Gobierno de Aragón que manejará el Partido Popular y quién las ocupará, los nombres y la distribución que terminará por definir la dirección que llevará Aragón los próximos cuatro años. De momento, este viernes se conoció el contenido del acuerdo programático entre el PP y Vox, que la semana que viene sacarán adelante el primer Gobierno de Aragón en coalición de derechas.

No es el que quería Jorge Azcón, desde luego, que repetidamente insistió en un gobierno en solitario. No le quedó más remedio que firmar un acuerdo con Vox, el único modo viable para tratar de sostenerse con estabilidad en una legislatura seguramente incómoda en la compañía y que, además, se empinará a mitad de camino. De momento, éste viernes se ha ahorrado la foto de la firma con Alejandro Nolasco, que será su vicepresidente primero. Por lo demás, la ruta que le ha marcado a Vox con las consejerías cedidas no tendrá dificultades. Otra cosa es que en el viaje el socio fastidie.

Sea como fuere, la ultraderecha pisará por primera vez el Gobierno de Aragón, donde el calendario está marcado: el lunes se reúne la Mesa de las Cortes y la Junta de Portavoces; el miércoles se iniciará el debate de investidura con el discurso de Jorge Azcón; el jueves será la hora del debate y la votación; el viernes llegará la toma de posesión y el sábado el nombramiento de los consejeros.

Los portavoces de los partidos, Ana Alós y Alejandro Nolasco, rubricaron por la mañana un acuerdo de 80 puntos divididos en 10 áreas que recoge que la vicepresidencia primera la ocupará Vox en la figura del que fue su candidato a presidente, Alejandro Nolasco, que además asumirá la consejería de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia. La otra área que queda en manos de los ultraconservadores es Agricultura y Ganadería, de la que aún no se conoce el titular. Tampoco quién liderará la segunda vicepresidencia, que estará manejada por el PP.

El pacto recoge la supresión de la Dirección General de Política Lingüística y elimina los comisionados de la Agenda 2030, Infancia y Despoblación como puntos más relevantes del acuerdo, así como la derogación de la Ley de la Memoria Democrática de Aragón, que no ha cumplido aún 5 años.

Del 2018 es también la norma de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación (la ley Trans de Aragón), que es pionera en España y que el PP votó a favor pese a estar «en contra» de muchos artículos. «Hay margen para mejorarla y por eso lo planteamos», afirmó Alós, que no profundizó en la negociación y así no tuvo que desvelar que la pretensión de Vox era directamente derogarla.

En el acto de la firma estuvieron el portavoz adjunto de Vox, Santiago Morón, y los diputados David Arranz, Juan Vidal y Carmen Rouco, no así la presidenta de las Cortes, Marta Fernández. Por el PP asistieron los diputados Fernando Ledesma y Roberto Bermúdez de Castro, además del coordinador de presidencia, Octavio López.

Asegurar "un gobierno de cambio"

El pacto de gobernabilidad se alcanzó a última hora del jueves y horas después se presentó y escenificó ante los medios. Dicho acuerdo consta de ocho puntos de encuentro básicos, que quiere «asegurar un gobierno de cambio en Aragón» partiendo de una premisa: reconocer «la generosidad mutua de los actores en el proceso de negociación.

En uno de los puntos se recoge de manera expresa la lucha contra la violencia machista, una línea roja que había marcado Azcón desde el primer día y que ha tenido que aceptar Vox. «Se garantizará toda la asistencia, apoyo y lucha frente a la violencia contra las mujeres, trabajando también en la prevención, identificación de las causas y los perfiles repetidos de los agresores», dice el texto, que también incluye que se trabajará «para erradicar de nuestra comunidad los discursos machistas, ya sean civiles o religiosos, que promuevan o justifiquen la violencia contra la mujer».

¿Por qué ha tardado tanto en cerrarse este acuerdo si luego tampoco recoge aspectos inesperados? No lo desvelaron. «La negociación de un acuerdo como este no es algo de cuatro días», dijo Nolasco. «Es un acuerdo en positivo, que habla de lo que nos une con los aragoneses» en este «contrato», que así lo llamó.

Sin mención al trasvase

El documento contiene, además, un apartado sobre ocupación ilegal de vivienda. El nuevo Ejecutivo aragonés exigirá al Gobierno de España que posibilite «el desalojo exprés en 24 horas» para acabar con la okupación, dice el texto, que no recoge el temor que había a la eliminación del Instituto Aragonés de la Mujer. De hecho, Alós aseguró que seguirá en marcha: «El IAM va a seguir existiendo, se lo garantizo».

Sobre el trasvase no se hace mención expresa a la interconexión de cuencas que defiende en su programa Vox, que intentó incluir este punto en el acuerdo pero se encontró con un PP inflexible. El texto recoge en el punto 8 «el desarrollo íntegro de todas las obras de regulación hidráulica necesarias para garantizar la reserva hídrica estatutaria, la modernización y ampliación de regadíos, el suministro industrial y de boca y el uso eficiente de los recursos hídricos en las próximas décadas».

O lo que es lo mismo, ni una sola mención al trasvase. «Este es el punto en común al que hemos llegado», afirmó Nolasco, seguro de que «no renunciamos a nada» e insistiendo en que «apostamos por este punto». Alós, por si acaso, recalcó que «una cosa es lo que haya en los programas de los partidos y otra es el acuerdo» de gobierno. «Eso es lo que vamos a defender con uñas y dientes: la construcción de todas las obras hidráulicas necesarias que hagan». Es decir, «lo que va a defender el Gobierno de Aragón es lo que está en el documento» porque todo lo demás son «cosas de partidos».

En el apartado dedicado a la política fiscal se habla del compromiso de rebajar medio punto el IRPF a los aragoneses que declaran hasta 50.000 euros y la bonificación del 99% del impuesto de Patrimonio hasta los 700.000 euros, además del de Sucesiones y Donaciones entre padres, hijos, abuelos y cónyuges.

El pacto para gobernar en coalición supone que, de entrada, el Partido Aragonés se queda fuera del Ejecutivo, aunque más adelante puede tener la cesión de alguna dirección general. «Este es el acuerdo» y recoge que «el Consejo de Gobierno estará formado por PP y Vox», según Alós, que afirmó que, «a partir de ahí seguimos trabajando en acuerdos parlamentarios».

¿Eso podría suponer que el PAR estuviera en alguna de las direcciones generales de las áreas de Vox? Por ahí Azcón tiene todavía una reunión pendiente con Alberto Izquierdo, al que deberá «seducir» para tratar de conseguir el gobierno de amplia base que dijo desear una vez que no consiguió su pretensión de gobernar en solitario. Vox, por si acaso, dijo que «lo lógico» sería que sus departamentos les pertenezcan por entero. Es decir, con sus direcciones generales.