SINIESTRALIDAD VIAL

Las carreteras de Aragón suman ocho muertes en el verano más negro tras el covid

Las vías contabilizaron cuatro fallecidos en julio de 2020, cinco en 2021 y ocho durante el año pasado

Este año se suman decesos en Gurrea, Fraga, Senés, Villarroya, Utebo, Magallón, Adahuesca y Castejón

El alcalde de Zuera, Luis Zubieta, fue arrollado por una furgoneta cuando circulaba a bordo de su bicicleta

Dos agentes de la Guardia Civil en el kilómetro 472 de la A-22, a la altura de Villarroya de los Pinares, donde murió un motorista al chocar contra una bionda. | GUARDIA CIVIL

Dos agentes de la Guardia Civil en el kilómetro 472 de la A-22, a la altura de Villarroya de los Pinares, donde murió un motorista al chocar contra una bionda. | GUARDIA CIVIL / alfonso tremul

Aragón completó un mes de julio negro en materia de siniestralidad vial con ocho muertos en sus carreteras tras sendos accidentes de tráfico en Gurrea de Gállego, Senés de Alcubierre, Villarroya de los Pinares, Adahuesca, Magallón, Utebo, Fraga y Castejón del Puente. Son los peores datos que maneja la DGT en la era postcovid tras los fallecimientos contabilizados en 2020 (4), 2021 (5) y 2022 (8) que, además, se cuelan en el pódium de la serie histórica 2014-2023, tan solo superados por los nueve decesos de 2019 y la decena de 2018. En clave estival todavía habría que añadir otra víctima mortal tras el fallecimiento de un anciano de 80 años el pasado sábado 5 de agosto en Magallón: fue arrollado por un vehículo cuando se incorporaba a bordo de su bicicleta desde un camino a la A-121.

Especialmente trágico fue el primer día de julio de este año cuando murieron tres personas con una diferencia de apenas cuatro horas. Primero fue el alcalde de Zuera, Luis Zubieta, tras ser arrollado por una furgoneta mientras circulaba en bicicleta por la N-330 a la altura del término municipal de Gurrea de Gállego y, pocas horas después, fallecían dos personas más: un hombre de 35 años al salirse con el quad de un camino en Senés de Alcubierre y un motorista de 28 años que se salió de la A-126 y chocó contra una bionda en Villarroya de los Pinares.

Ante este repunte de fallecidos, algunas instituciones competentes en material de seguridad vial, como la Jefatura Provincial de Tráfico de Huesca, ya han salido al paso. Su máxima responsable, Margarita Padial, recordó hace unos días que el factor humano se encontraba detrás de 14 de las 15 muertes que contabilizan las carreteras oscenses en lo que va de año. Precisamente, y al igual que ya sucediera en mayo, la provincia de Huesca copa la mayoría de los siniestros (5) tras los accidentes de Gurrea de Gállego, Senés de Alcubierre, Adahuesca, Fraga y Castejón del Puente.

Accidentes mortales en las carreteras aragonesas en el mes de julio.

Radiografía de los accidentes mortales en las carreteras aragonesas en el mes de julio. / EL PERIÓDICO

"Hay que establecer un protocolo con rango de ley para investigar los accidentes de tráfico. Se puede y debe cambiar si estuviéramos dispuestos políticamente a ellos"

Juan Carlos Toribio

— Miembro de la Unión Internacional en Defensa de los Motociclistas

De todos modos, hay ciertos discursos discordantes en el estudio y la mejora de la seguridad vial como el que defiende la Unión Internacional en Defensa de los Motoristas. En este sentido se pronuncia uno de sus integrantes, Juan Carlos Toribio, quien insiste en que las investigaciones llevadas a cabo por los agentes del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil están enfocadas de «forma errónea». «El estado y la conservación de las carreteras es un factor muy importante y, sin embargo, los agentes no tienen la formación ni los medios adecuados por lo que las investigaciones de los accidentes apuntan que muchas veces el responsable es el conductor. Si les negamos la información, pocas veces nos vamos a encontrar el factor vía como causa», argumenta Toribio.

Así, enumera algunos factores que no se tienen en cuenta como la regularidad funcional del firme, el coeficiente de rozamiento, el peralte, la anchura funcional –mínima de 3,5 metros por carril–, la ausencia de señalizaciones de peligro y la presencia de sustancias y áridos en la calzada. Todo ello redunda, continúa Toribio, en enfocar las investigaciones de «forma errónea» en lugar de «generar escenarios más seguros» como así se ha hecho ya en otros medios de transporte. «Hay que establecer un protocolo con rango de ley para investigar los accidentes de tráfico. Se puede y debe cambiar si estuviéramos dispuestos políticamente a ellos», recalca.

Lo cierto es que a día de hoy parece una quimera por la forma en que se expresó el pasado mes de junio el Jefe Provincial de Tráfico de Zaragoza, José Antonio Mérida, en una entrevista concedida a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. «También es responsabilidad de los conductores adaptarnos a las circunstancias de la vía. El factor humano es todo porque, si el accidente es imputable al vehículo, está en esas condiciones por la negligencia de un ser humano», justificó Mérida, concretando que el factor vía tan solo representa «un 10%» del total de accidentes.