INFORME DEL CESA

La economía de Aragón creció "menos pero con mayor calidad" durante el 2022

El impacto de la guerra de Ucrania hizo que los registros aragoneses fueran menores que la media nacional

El presidente del CESA insiste en que la industria debe ser el motor económico y celebra la mejora de los datos en desigualdad

La industria aragonesa ha mantenido fuerza dentro de la economía de la comunidad.

La industria aragonesa ha mantenido fuerza dentro de la economía de la comunidad. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

La economía aragonesa resistió a un complicado 2022 con un ligero crecimiento, "menos que la media española pero con mayor calidad". Así lo ha definido el Consejo Económico y Social de Aragón, que este jueves ha presentado su informe del pasado año, en el que también se alaba la robustez de la industria en la comunidad y la reducción de la desigualdad entre los ciudadanos del territorio.

"Los datos económicos del pasado año están un poco por debajo de la media nacional, pero en el aspecto social estamos bastante por encima", ha señalado José Manuel Lasierra, el presidente en funciones del CESA, que ha felicitado al pasado gobierno del cuatripartito "por lograr la paz social y centrarse en otros problemas importantes para la sociedad".

Entrando en el aspecto puramente económico, Lasierra ha destacado que el sector servicios ha tenido "un crecimiento menor que al de otras comunidades, que apoyan su economía mucho más en el turismo", y que en el caso aragonés la industria "ha crecido por encima de la media española". El mapa económico tras un complicado 2022, con la guerra de Ucrania y la inflación como principales azotes, lo terminan "unos precios algo más altos que en el resto del país y una gestión bastante interesante de los fondos de recuperación europeos". Con todo ello, para el CESA, el resumen de la economía aragonesa durante el pasado ejercicio fue de "un crecimiento menor pero con una mejor calidad".

Con todas estas variables sobre la mesa, Lasierra ha considerado que la economía aragonesa "debe seguir apostando por la industria, porque es importante, y mantener ese crecimiento más estable y repartido". Una tarea complicada y que no arroja unos datos estratosféricos, pero para ello el presidente del CESA también tiene respuesta: "El crecimiento es más limitado en el caso aragonés porque la situación inmediatamente posterior tras salir de la pandemiera era mejor que en otros territorios, donde han tenido que hacer una mayor recuperación". "Tradicionalmente, el sector industrial ha dado más estabilidad, mejor capital humano y da mayores sueldos y trabajo a largo plazo". ha concluido.

Hacia un nuevo mercado laboral

La situación económica actual, en plena transformación por la coyuntura internacional, abre la puerta a que las relaciones laborales y el mercado de trabajo sufra unos cambios importantes en los próximos tiempos. "Un ejemplo claro es la nueva reforma laboral: hace años los empresarios pedían mayor flexibilidad en todos los aspectos y hoy ya han comprendido que la estabilidad es buena para todos", ha señalado Lasierra.

El presidente en funciones del CESA ha expuesto como gran reto para trabajadores y empresas encontrar puntos en común: "Hoy vemos la paradoja de tener casi tres millones de parados en España y, a la vez, que muchas firmas no encuentran trabajadores, sea por las condiciones o por las exigencias". Según Lasierra, la teoría europea sobre el elevado número de parados sin estallido social recala en la organización de la sociedad española: "La estructura familiar siempre está para echar una mano y eso amortigua las posibilidades del posible estallido".

Por último, aunque Lasierra no la observa como la principal amenaza para este final de 2023, la inflación sigue siendo uno de los quebraderos de cabeza de los dirigentes políticos y de los analistas económicos. "Es una inflación atípica, porque no se produce por el aumento del consumo y, a la vez, la gente mantiene sus niveles de consumo pese a la subida de precios", ha contado el presidente de CESA, que ha advertido de que las políticas austeras pueden tener un efecto negativo: "La subida de los tipos de interés puede hundir la economía y, a la vez, ser una acción poco efectiva para frenar la inflación".