EL FUTURO DE LOS SOCIALISTAS EN LA COMUNIDAD

¿Dónde queda ‘la Alegría’?

La aragonesa lidera las quinielas para el Consejo de Ministros y deja en el aire el futuro de la secretaría general del PSOE en Aragón

Lideró la candidatura a las Generales de los socialistas por la capital aragonesa. Una de las piezas clave del último gabinete de Sánchez, Alegría ha sido ministra durante los últimos cuatro años

La aragonesa Pilar Alegría lidera las quinielas para el Consejo de Ministros.

La aragonesa Pilar Alegría lidera las quinielas para el Consejo de Ministros. / EFE | JUAN CARLOS HIDALGO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

El primer capítulo lo debe resolver el recién investido presidente del Gobierno. Todo apunta a que Alegría tendrá un sitio junto a Teresa Ribera o Félix Bolaños, nombres que han conformado el núcleo duro de Sánchez en los últimos ejercicios. Se dice que los tres cogerán aún más fuerza en el nuevo Ejecutivo y que la aragonesa tendrá una cartera más política que la de Educación. Su idea, en el cortísimo plazo, es esperar la llamada del líder socialista y aceptar la propuesta (si se cumplen las predicciones) con el objetivo de seguir cogiendo fuerza a nivel nacional, tanto en el apartado político como en el propio Partido Socialista. De Aragón, por ahora, ni escuchar.

Porque el PSOE en la comunidad estudia ahora tres escenarios principales: la ausencia de Pilar Alegría en algún ministerio, que se antoja casi imposible; la presencia en una cartera de menor calado, lo que chocaría frontalmente con la fuerza que Sánchez le ha dado tanto en Ferraz como en La Moncloa, y el asalto definitivo de la aragonesa a las cotas más altas de la organización gubernamental, lo que cerraría en el corto y medio plazo cualquier acción de Alegría en la organización socialista aragonesa.

A sabiendas de que es muy posible que la aragonesa repita con Sánchez, el socialismo aragonés solo puede pensar en cuánto tiempo puede dedicar Alegría a repensar la estructura del PSOE en la comunidad, con el objetivo de que 2027 sea el año en el que recuperar el Pignatelli y borrar a Jorge Azcón del mapa político.

Si Alegría toma una cartera asequible, que le permita gestionar el ministerio a la vez que se proclama como candidata a la secretaría general aragonesa, el dibujo del PSOE aragonés se quedaría igual que la historia de los últimos años. Es decir, la ruptura total entre las federaciones de Huesca y las de Zaragoza y Teruel.

Los dos bandos en las federaciones aragonesas están marcados desde hace tiempo, con el Alto Aragón alineado con Ferraz y leal a Sánchez, y Zaragoza y Teruel manteniendo una conveniente distancia, amparados en la «rebeldía interna» que Javier Lambán ha mostrado siempre respecto a Ferraz, sobre todo en la relación del presidente del Gobierno con los independentistas catalanes.

A Alegría, por lo tanto, se le ve como el rostro que puede reunificar al PSOE en Aragón y que además contente a Ferraz, en una mezcla de factores que haga que todo el aparato del partido vuelva a pensar en la comunidad como uno de los bastiones a recuperar de las manos del PP. Donde no existe ninguna duda es en que el PSOE tendrá que hacer, como tarde en 2025, un proceso de renovación para buscar a un nuevo secretario general. La alargada sombra de Javier Lambán, hoy senador autonómico, no es reto menor para el socialista que se haga con el cargo orgánico más importante de la comunidad.

Javier Lambán, Pedro Sánchez y Pilar Alegría, durante un acto electoral del PSOE previo a los comicios municipales y autonómicos de 2019

Javier Lambán, Pedro Sánchez y Pilar Alegría, durante un acto electoral del PSOE previo a los comicios municipales y autonómicos de 2019 / EL PERIÓDICO

La fecha límite es ese mencionado 2025, pero los escenarios no descartan la posibilidad de un adelanto que, a según qué facciones, no les vendría nada mal. No es descabellado pensar que tras su victoria más trabajada, Pedro Sánchez adelante el Congreso Federal para ser reelegido secretario general y tomar aún más fuerza en un partido que ya es totalmente suyo. Antes deberían celebrarse los Congresos Regionales, que le abrirían la puerta a colocar a «elementos sanchistas» al frente de esas comunidades que hoy no controla. Aragón, por ejemplo.

Las dos opciones para Sánchez son la federación de Huesca, que ya reclama su espacio y su turno de mando tras toda una legislatura enfrentándose al resto de los socialistas de la comunidad y apoyando a Sánchez, o una figura de mayor unidad, con Pilar Alegría como la única candidata factible. Si la ministra no llegase a presentarse a las primarias del PSOE en Aragón, el escenario que se presenta es el de una batalla total por la secretaría general autonómica.

Mientras nombres fuertes de Zaragoza y Teruel, como Darío Villagrasa o Mayte Pérez, siguen sin pronunciarse sobre los pactos o los efectos de la amnistía, en Huesca, con Fernando Sabés a la cabeza, celebran el acuerdo y la reválida de Sánchez como presidente del Gobierno.

Los teléfonos arden en las manos de los socialistas, tanto en Madrid como en Aragón. El futuro de un partido y el rumbo del proyecto se pueden decidir en los próximos meses.

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