POLÍTICA MUNICIPAL

Las oenegés reclaman dotar con dos millones las ayudas a la cooperación en Zaragoza

La Federación Aragonesa de Solidaridad pide revertir así los recortes de PP y Vox en los últimos años

Aragón abandona la cooperación: la huella de los recortes de PP y Vox en el mundo

Manifestación el pasado mes de noviembre de la FAS contra los recortes en cooperación internacional.  | ÁNGEL DE CASTRO

Manifestación el pasado mes de noviembre de la FAS contra los recortes en cooperación internacional. | ÁNGEL DE CASTRO / EL PERIÓDICO

EL PERIÓDICO

La Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) va a presentar una alegación al proyecto de presupuesto municipal para 2024 del Ayuntamiento de Zaragoza en la que solicita restaurar «los más de 2 millones de euros recortados en los últimos 5 años» destinados a cooperación al desarrollo. El proyecto de presupuestos reduce la partida hasta los 500.000 euros, un 42% menos que en 2023.

La FAS considera que con los incrementos reclamados se lograría cumplir con el compromiso del 0,7% previsto en el pacto por la cooperación al desarrollo ratificado por unanimidad en el Ayuntamiento de Zaragoza en 2017.

«El actual Gobierno municipal liderado por la alcaldesa, Natalia Chueca, continúa con el desmantelamiento progresivo de la política de cooperación iniciado bajo el mandato del exalcalde y presidente de Aragón, Jorge Azcón», manifestó la Federación, que señaló también a Vox como responsable del recorte de estas partidas.

«El resultado de los acuerdos entre ambos partidos (PP y Vox) ha resultado en una reducción progresiva de los fondos de cooperación, que se van menguando año a año. Llegados a este punto, nos tememos que estos recortes progresivos tienen un objetivo claro en el horizonte: la desaparición final de cualquier compromiso de acción del Ayuntamiento de Zaragoza hacia los países empobrecidos», aseveró la FAS.

Finalmente, la federación señaló que «este recorte se justifica mediante argumentos engañosos que se repiten constantemente desde la legislatura anterior, a pesar de carecer de respaldo en datos concretos». «Lo cual no sólo no tiene sentido económico, ya que la cooperación supone una parte ínfima del presupuesto municipal, sino que además se contrapone al hacer de la ciudadanía, capaz de destinar una pequeña parte de sus ingresos personales a fines solidarios», concluyó la FAS.