¿Tiburones drogados? Esto es lo que se sabe hasta el momento

Con motivo de la celebración de la semana del tiburón, el canal de documentales Discovery Channel ha emitido 'Cocaine Sharks', una entrega que se centra en el supuesto fenómeno de los tiburones drogados. Este caso preocupante está siendo la novedad de las últimas semanas debido a los diversos avistamientos recientes.

El documental trata sobre cómo un equipo de biólogos advirtió hace unas semanas de la posibilidad de que hubiera tiburones drogados en las costas estadounidenses. Florida es uno de los puntos de entrada de drogas, en este caso cocaína, a Estados Unidos y los fardos que no llegaran a puerto podrían quedarse en el mar afectando así a la fauna marina.

Todo esto supone además de ser perjudicial para los animales, ya que los tiburones podrían desarrollar de esta manera síntomas de abstinencia, un problema medioambiental, contaminando tanto el litoral como las aguas por efecto de las corrientes, algo preocupante tanto para la conservación de la fauna marina como para la vida de los humanos.

Una de las principales intenciones de este documental es que, a raíz del estudio realizado por los biólogos, se impulsen futuros estudios relacionados con la situación para obtener resultados más sólidos.

El experimento llevado a cabo por un equipo de biólogos

La científica ambiental de la Universidad de Florida, Tracy Fanara, y el biólogo marino Tom Hird realizaron una serie de experimentos con el fin de averiguar si realmente los tiburones eran atraídos por los fardos que caían al mar, y por ello, estaban afectados por una sustancia.

Para ello, se dirigieron al archipiélago de los Cayos de Florida donde arrojaron al agua bultos que simulaban fardos de cocaína. La respuesta de los tiburones fue clara: nadaban directamente hacia los bultos y los mordían con desesperación.

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A pesar de que la reacción de estas especies sorprendió a ambos investigadores, no pudieron confirmar que el experimento llevado a cabo no prueba la existencia de tiburones drogados. Sin embargo, con esta investigación se abre la puerta a futuros estudios para abordar este preocupante problema.