CASADEMONT ZARAGOZA

Aday Mara todavía no tiene la autorización de la NCAA para jugar a una semana del inicio de la Liga

El Casademont demandó al jugador por incumplimiento de contrato al rescindirlo de manera unilateral y el caso está pendiente de que se señale el juicio

Aday Mara, en un entrenamiento con UCLA.

Aday Mara, en un entrenamiento con UCLA. / UCLA

A una semana del estreno oficial de UCLA en la temporada 2023-24 de la NCAA, la universidad californiana todavía no tiene la autorización de la Liga para que Aday Mara pueda jugar con su nuevo equipo. El pívot zaragozano ha comenzado ya las clases y se entrena bajo las órdenes de Mick Cronin. El técnico fue el que advirtió este viernes de que dos de sus jugadores de primer año todavía no cuentan con esa autorización. Los Angeles Times desveló que se trata de Aday Mara y de Berke Buyuktuncel.

UCLA tiene programado su primer partido oficial el próximo 6 de noviembre frente a St. Francis en el Pauley Pavilion. Aunque Cronin se mostró optimista, «sé que otras personas presionan sobre este tipo de cosas, estamos trabajando en ello y anticipo que todos estén listos», dijo el viernes, el caso de Aday Mara parece el más complicado de resolver.

El Casademont Zaragoza ha demandado al jugador por incumplimiento de contrato, al reclamarle los 560.000 euros (700.000 menos el 20% para el propio Mara) que estipulaba la cláusula de rescisión del mismo una vez que el zaragozano había cumplido la mayoría de edad. El juicio todavía no se ha señalado ni se ha producido ningún tipo de acuerdo entre las partes, por lo que el club aragonés defiende que Mara sigue teniendo contrato en vigor al no haberlo resuelto tal y como estaba estipulado.

El acuerdo entre ambas partes se firmó el 1 de septiembre de 2020 con duración hasta junio de 2027 y un total de 600.000 euros para el jugador en unas fichas crecientes con el paso de las temporadas. El pasado 11 de abril, cuatro días después de su 18 cumpleaños, Mara remitió una carta el club anunciando su decisión de rescindir el contrato, firmado con el asesoramiento de sus padres, por, literalmente, considerarlo perjudicial para sus intereses al comprometer su futuro de manera inaceptable. El litigio todavía no ha terminado y el zaragozano aún no tiene permiso para debutar oficialmente con UCLA.