SUCESOS EN ARAGÓN

Encañona con una pistola a unos agentes de la Guardia Civil tras una pelea de bar con un machete en Lanaja (Huesca)

En un descuido, un agente se abalanzó sobre él para desarmarle tras media hora de negociación

Un machete de 45 centímetros, una navaja de mariposa y un revólver detonador de aire comprimido, intervenidos.

Un machete de 45 centímetros, una navaja de mariposa y un revólver detonador de aire comprimido, intervenidos. / GUARDIA CIVIL

La típica discusión de bar fue a más el pasado domingo cuando un joven se sintió agraviado por un cliente en la localidad de Lanaja, subió a casa y regresó armado. Una circunstancia que provocó gran alarma entre los vecinos de este municipio de la comarca de Los Monegros que cuenta con unos 1.200 empadronados. Antes de ser detenido, este joven de 30 años y de origen ucraniano, llegó a encañonar a unos agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar. 

La llamada de alerta a la sala del 062 tuvo lugar sobre las 21.00 horas. Fuentes vecinales que prefieren no identificarse señalan que el arrestado es una persona «muy conflictiva» que reside en la localidad desde hace varios años y que el día de su arresto «estaba fuera de sí»

Al parecer, estaba en el interior de un establecimiento tomando unas consumiciones cuando comenzó una riña que se quedó en un primer momento en unas amenazas. Pensaban que se había ido a casa y no iba a volver, pero todo lo contrario, ya que regresó provisto con un machete de 45 centímetros de hoja, un revolver detonador de aire comprimido y una navaja de mariposa con 11 centímetros de hoja. Rápidamente se dirigieron al lugar tres patrullas pertenecientes a los puestos de Sariñena, Angüés, Huesca y Lanaja. 

Al llegar al lugar las dos primeras patrullas localizaron al hombre en la vía pública portando un revolver accionado por gas carbónico, siendo requerido por los agentes para que dejara el mismo. Tenía apariencia real, negándose en todo momento a dejar el arma, llegando a apuntarse con ella en la sien e introduciéndosela en la boca, apuntando igualmente a los agentes. Todo ello durante una negociación que duró media hora.

En un descuido y mientras los agentes intentaban dialogar con él para que depusiera su actitud y se tranquilizara, otro agente que llegó junto a otra patrulla al lugar, se acercó por la parte posterior abalanzándose sobre él, consiguiendo así retirarle el arma y reducirle. No fue fácil puesto que otros dos agentes fueron a ayudarle ante la resistencia que estaba provocando. Uno de los agentes resultó herido. 

Por todo ello, el Equipo de Personas de la Guardia Civil de Huesca junto con el Puesto de Lanaja instruyeron unas diligencias por los delitos de amenazas graves con arma, desordenes públicos, tenencia de arma prohibida y atentado a agentes de la autoridad. Tras pasar ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Huesca quedó en libertad.