SUCESOS EN ARAGÓN

Un menor acusa a su padre de abusos con un relato "no creíble" y le lleva a juicio en la Audiencia de Zaragoza

Según las psicólogas, su declaración consta de «contradicciones y generalidades vagas» | La Fiscalía retira la acusación y la defensa del acusado insiste en la absolución

El juicio se celebró ayer ante la SecciónTercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. | ÁNGEL DE CASTRO

El juicio se celebró ayer ante la SecciónTercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. | ÁNGEL DE CASTRO / a. t. b.

La prueba pericial que se practica en los juzgados durante la celebración de los juicios ofrece a los tribunales una serie de conocimientos que le ayudan a entender una realidad no constatable por ellos mismos. En este sentido, las psicólogas forenses que comparecieron ayer por la mañana ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza desmontaron la acusación de un joven de 13 años hacia su padre tras un vago relato de hechos en el que denunció unos supuestos abusos sexuales a base de tocamientos en los genitales. Tanto es así que, tras escuchar a las peritos, la Fiscalía retiró la acusación que pesaba sobre el acusado respecto a un delito de agresión sexual por el que solicitaba inicialmente cinco años de cárcel.

Una de las psicólogas, Lidia Torrecilla, defendió que el relato del menor «no es creíble ni continuado» dadas sus «contradicciones y generalidades muy vagas». Para llegar a esta conclusión, Torrecilla alegó una entrevista con el menor en la que sirvió de una serie de instrumentos psicométricos y en la que llegó a detectar ciertas rectificaciones por su parte. «Me dijo que los tocamientos se habían producido también en un bar, pero luego me llegó a decir que no ocurrieron», señaló.

«Es de los que piensa ‘pongo todo lo negativo en el papá y así me evitó el conflicto’», señaló la psicología del joven

La segunda de estas dos profesionales en el campo de la psicología forense, Alba Zorrilla, declaró que su paciente es «un niño que ha estado inmerso en la conflictividad de sus papás» y que «magnifica los estímulos externos que recibe». «Por eso el miedo lo vive de forma intensa», aclaró, a lo que añadió: «Es muy maduro para algunas cosas, pero disociado para otras. A ver cómo lo explico. Es de los que piensa ‘pongo todo lo negativo en el papá y así me evitó el conflicto’».

Por este motivo la abogada del acusado, María Pilar Casero, insistió en la «libre absolución» de su representado ante el presidente del tribunal provincial, José Ruiz Ramo, mientras que, por su parte, la acusación particular mantuvo su petición de cinco años de cárcel. El acusado recordó a la sala que su hijo un día le informó de que le estaba saliendo vello «en el pubis, en las piernas y en el sobaco». «Yo les llamaba los pelacos, incluso se lo decía imitando a Chiquito de la Calzada», confesó.

El acusado negó en todo momento los hechos que ayer recordó su hijo como, por ejemplo, esos tocamientos de genitales, algunas amenazas del tipo «¡Tranquilito o te doy una hostia!» o episodios en los que el progenitor le habría obligado a sentarse encima de él mientras sentía su «pene erecto».

«Niego rotundamente los hechos. No ha habido tocamientos en ninguna época de su vida ni ningún mal castigo por mi parte. Hoy (por ayer) llevo 398 días sin ver a mi hijo, desde que lo dejé en el colegio el día que luego me denunció. Ha sido un adoctrinamiento total y absoluto, solo es la punta del iceberg de lo que he vivido estos años con mi exmujer», zanjó.