SUCESOS EN ARAGÓN

Archivado el supuesto envenenamiento de una croqueta de una sindicalista de Zaragoza

El juez argumenta que las grabaciones son de «pésima calidad»

Marta Laiglesia, durante una rueda de prensa de CCOO.

Marta Laiglesia, durante una rueda de prensa de CCOO. / CCOO ARAGÓN

A. T. B.

El Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza ha acordado el archivo y el sobreseimiento de la causa judicial abierta contra Marta Laiglesia, una dirigente de CCOO que, supuestamente, había envenenado con orfidal la croqueta de bacalao de su exmarido para luego robarle 27.000 euros. Tal y como adelantó Heraldo de Aragón y pudo confirmar este diario, el juez considera que las grabaciones de las cámaras de seguridad son de «pésima calidad», por lo que no queda acreditado que Laiglesia llevara a cabo este práctica delictiva contra quien fuera su pareja.

Incluso el juez hace constar en el auto que las cámaras no permiten identificar a ninguno de los dos. «Los objetos y consumiciones que pudiera haber sobre la mesa son simples manchas que se supone que han de ser botellas, platos o servilletas», añade el juez en su resolución.

Todo se remonta al 24 de agosto de 2022. El hombre había quedado con su exesposa para hablar de determinados términos de la separación en la que ella se había quedado con el chalet familiar en la exclusiva urbanización Torres de San Lamberto, a las afueras de la capital aragonesa. Lo habían dejado un mes antes. La cita, a las 22.00 horas, fue en el interior del bar Los Juncos, en el barrio de La Paz. Según relató la víctima, que no contestó a las llamadas de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN cuando se puso en contacto con ella el día en el que se hizo eco de la denuncia, se sentaron nada más acceder al establecimiento a la derecha.

Según constató en su denuncia, la víctima no recordaba nada desde que saliera del establecimiento hasta la mañana siguiente, momento en el que se percató de que habían realizado movimientos en sus cuentas por valor de casi 27.000 euros. En concreto, habían realizado transferencias a diferentes cuentas en las que, casualmente, en todas ellas estaba la arrestada como cotitular o autorizada. De ahí habría sacado la cantidad que se le imputa su apropiación.

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